EL POEMA DE RICARDO
El 2º Jinete (a Soren Kierkegaard)
Tiemblan las campanas,
cierren las puertasmientras lloran las beatas.
No debe moverse nadie de su puesto
La carcajada me inunda
y me palpo para ver si existo.El cielo se ilumina
y el espacio queda acorralado en el tiempo.
El absurdo me rodea
y no puedo evitarlo.
Una estúpida sirena
me obliga a correry me siento en medio de la calle.
Me palpo y creo que existo,
palpo los tanques,
no son de goma.
Cierren las puertas,
callen las beatas,quiero gritar
más alto que esas campanas,
quiero oírme
desde el otro lado del hombre,
gritando solo
sentado en medio del asfalto.
No se mueva nadie de su puesto,
los tanques no son de gomay avanzan hacia mi.
Creo que dios ha muerto.
( Otra vez,
como siempre que me duermo,un grito anónimo
me alza del lecho
para encontrarme,
insatisfecho,
con esa coma
de un escrito inacabado.
Vuelvo a estar bajo el mismo techo.)
Ricardo Garanda
R. (Madrid 1974-75)
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