LA COLUMNA DE LOS VIERNES
EE.SS.
para disgusto del Santander .
El pasado miércoles 11, se realizaron las
elecciones que cada cuatro años toca en
algunas empresas financieras, los bancos que ya eran bancos y las cajas rurales
que siempre lo han sido. Aclaremos que esto no es un juego de palabras, ya que
los bancos que eran cajas realizaron su jornada electoral tiempo atrás, cuando
tocaba por su calendario.
El resultado global mantiene como sindicato claramente
mayoritario a CC.OO.. Pareciera que en éstos tiempos tumultuosos, de siego y
trasiego de rendimientos,, de fundidos y fusiones de empresitas y empresones,
de vergüenzas y desvergüenzas patronales, podría haber sido la época de
arrinconar al más fuerte sindicato reivindicativo y reducirlo hasta que le
viéramos pidiendo la hora.
Pues NO. Ha
vuelto a ganar CC.OO. y con una alegría y una contundencia que, seguro, es la
envidia de algunos y la desesperación de muchos. Incluso creo que hasta están
por encima del 50% de representación en la mesa del Convenio de Banca. ¡Qué
dolor!.
Pero, con todo, a mí me canta mucho lo que pasa en el
Santander. Empieza a ser cómico. La Empresa lleva toda la vida (democrática)
tratando de evitar que esto suceda, que un sindicato tan señaladamente
reivindicativo como CC.OO. tenga éstas mayorías, no les parece nada bueno ¿por
qué será?. Y lucha para evitarlo con sus buenos medios y rozando mucho, pero
mucho, mucho, la línea que separa el nepotismo de las prácticas democráticas.
Eso sí, con cuidadito de que no se note, las formas son esenciales.
Cuándo el Banco Santander (que todavía era Banco en el
nombre) absorbe al Central Hispano era muy necesario reequilibrar la fuerza que
CC.OO. y UGT. traían a sumarla con la propia. Y el instrumento era el FITC
(Federación Independiente de Trabajadores del Crédito), que también existía en
otros bancos. Había que potenciarlo en el nuevo Santander, conseguir gentes,
aportar medios, ¡que no les falte de nada!. Incluso había que recomendar a
muchos y a muchas en qué candidatura debían firmar y a cual había que votar.
Maquinaria en marcha desde los RR.HH., el teléfono echaba humo, no se podía
fallar.
Las elecciones del 2006 eran cruciales, era el gran
momento. Y fue que no, CC.OO. sacó mejores resultados que cuatro años antes.
Pues entonces en las de 2010. Pues
tampoco, CC.OO. siguió aumentando sus diferencias con el segundo.
Empezando a deteriorarse ya la imagen del FITC, este
año ya había que hacer algo nuevo. Existía una historia sindical en el Banesto
que podía servir, y surge el STS (Sindicato de Trabajadores del Santander), en
éste, al menos, no han tenido la desvergüenza de poner lo de Independiente, que
daba grima.
Y buscan otra línea, en lugar de obligar a Jefecillos
como en la historia anterior, ahora buscan gente “fácil de convencer”, y para
adelante. ¡Vaya patinazo! De las candidaturas de CC.OO. han sido elegidos y
elegidas 225 representantes, del STS la friolera de 43, y, por si fuera poco,
el FITC a la baja. En Castilla la Mancha, que es mi tierra, la diferencia ha
sido de 18 a 4. Yo conocía a algunos y alguna de los que montaron una de estas
candidaturas de “trabajadores del Santander”. Les saludo y les doy mi pésame,
porque me temo que la criatura ha muerto en el parto.
En algunos despachos se lo tienen que estar pasando de
rechupete.
En la sede de la Sección Sindical de CC.OO. desde
luego.
La democracia casi siempre es sabia, aunque a veces el
resultado no nos guste, en éste caso triunfan los trabajadores y las
trabajadoras que luchan por mejorar, y pierde una empresa que no entiende el
poco rendimiento que da la destrucción.
¿Hasta cuándo, empresas como el Santander, van a estar
metiendo sus narices dónde no deben? La libertad de elección de representantes
supone defensa de derechos, la actitud de estas empresas es todo lo contrario,
destrucción de derechos, y encima lo hacen utilizando malamente a un grupo de
mendicantes empleados.
Espero que no se lo tomen demasiado a mal e intenten
promover alguna otra campaña destructiva, no sería sano.
Hasta dentro de Cuatro años.
Ricardo
Garanda Rojas
(@rgarciaaranda)
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