Ricardo Garanda Rojas (@rgarciaaranda)
Ellos
y ellas son perros o perras por definición, nacieron tales. Nosotros podemos
adquirir el apelativo si nuestro comportamiento no es precisamente para
presumir: ¡Qué perro eres!, egoísta, rácano, ruin. O ¡qué perro estás!
Perezoso, incluso vago.
Pero
ese apelativo es muy injusto, no tanto por la persona a la que se le aplica,
que tal vez también, sino por dar por sentado que un perro es perezoso, ruin,
rácano o egoísta. Como mucho lo primero, y también es raro.
El
cariño y la entrega definen al individuo, y estas cualidades sí que están
generalmente demostradas en el animal canino, no tanto en el ser humano.
No
basta con tratarlos bien, cuidarlos si enferman y darles la adecuada comida y
bebida, ¡faltaría más!. Hay que quererlos, responder, al menos al mismo nivel,
al inmenso cariño que ellos suelen demostrarnos. Le llamamos “nuestro perro o
nuestra perra”, y se nos olvida que si no quisieran estar con nosotros se
irían, tal vez no sean “tan nuestros”, simplemente es que ellos no nos
abandonan, nos quieren y nos dejan que nos sentemos en su mismo sofá, ese al
que hemos cubierto con una colcha para que lo ocupen cuándo aceptamos que
pueden pasar a nuestra casa para convivir con nosotros.
Sabina en Frejulfe |
La
falta de racionalidad de éstos animales provoca algunos problemas, no saben
despreciar ni odiar, y esto es una deficiencia que los hace incompresibles para
nosotros. Algunos incluso ladran menos de lo que otros vociferamos y van mucho
más limpios sin ropa que muchos humanos con ellas. A pesar de ello limitamos su
acceso a locales normalmente ruidosos y no siempre limpios. Yo creo que lo
hacemos porque necesitamos dejar claro de manera continua que no pueden estar a nuestro nivel, que
nosotros somos superiores y, por tanto no tenemos que convivir en los mismos
espacios. Solo en la calle y con matices.
No
se quiere a quien se margina y un ser vivo necesita compartir.
No
es obligatorio, pero dime cuánto y cómo quieres a los animales y yo te diré
cuánto estoy dispuesto a quererte a ti.
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