Ricardo Garanda (@rgarciaaranda)
Dedicado a convencer al mundo de que
lean los relatos de mi libro (magníficos relatos, no te los pierdas) han ido
ocurriendo cosas a mi alrededor y mi mudez empieza a considerarse un tanto
extraña para quienes me conocen y por tanto saben que mudo, mudo, lo que se
dice mudo, como que no.
Pedro Sánchez ganó la moción de censura.
Otra vez contra el pronóstico generalizado y, como era de esperar, con el
escasísimo apoyo de aquellos (barones, baronesas y próceres líderes
ancestrales) que siguen queriendo que se estrelle: han perdido una oportunidad
que pintaba bien para haber podido decir aquello de “ya lo decía yo”.
Y es que además, Pedro Sánchez no diseñó
un gobierno para unas semanas de transición como le pedían los descolocados de
C´s. Es un Gobierno contundente, de fondo, para finalizar legislatura y
encauzar de manera adecuada las próximas elecciones y poder seguir así
desarrollando su proyecto, ya lejos de las lacras presupuestarias que les deja
el PP.
Ya en su día, mis amigos me sonreían condescendientes
cuándo auguraba que Pedro podía ganar aquellas primarias y volver a ser
Secretario General del PSOE. De parecida
manera despreciaron amablemente mi previsión de que la moción de censura podía
salir sin el apoyo de Ciudadanos. Ahora os propongo que tengáis a bien valorar
mi pronóstico de que podrá seguir gobernando una legislatura más. Con el apoyo
de Podemos, por supuesto.
“Le tengo yo fe a este muchacho”. Ya se
la tenía cuando había menos pedrístas que ahora.
Tenía que irse. Aunque solo hubiera sido
por haber ocultado al Presidente, cuando le propuso el nombramiento, sus
choques con Hacienda. Pero no solo por eso. La lógica que debiera explicar
siempre la ética en los cargos públicos aporta razones sobradas para retirarse
de ese cargo de ministro y volver a su actividad anterior. No pasa nada, hay
que asumir de verdad que no pasa nada si un cargo público dimite. Se refuerza nuestra
fe en el sistema, o, al menos, se impide que se deteriore, cómo ha venido
ocurriendo.
No empaña, en absoluto, esta leve
mancha, la magnífica imagen del grupo de ministras y ministros elegidos. Por
fin una clara mayoría de mujeres. Muchos hace tiempo que venimos gritando por
todas partes que existen, que están ahí, que siempre han estado, que NO SON
INVISIBLES. Espero que hayan llegado para quedarse.
Y hoy empieza el Mundial de Fútbol para
la selección española. Sin Lopetegui, que ya es entrenador del Real Madrid.
Es cierto que en esta historia pueden
haber ocurrido muchas meteduras de pata. Yo creo que ha habido muchos excesos.
Sobre todo me preocupa el exceso de los periodistas deportivos. Una vez más ha
quedado en evidencia que para algunos de estos profesionales, la vida empieza y
acaba en el fútbol.
¡Qué dramatismo!. Hemos oído expresiones
como la de ¡¡Nunca ha ocurrido algo tan grave!! Sin, por supuesto, dejar claro
que se refería al espacio que le corresponde al
fútbol. Pero aún así. Pareciera que para ellos, los casos e doping, de
venta de partidos, de fraudes millonarios a la Hacienda pública, tienen mucho
menos importancia que el hecho de que un seleccionador fiche por un club
privado y lo diga, aunque sea a destiempo.
Parece que tendría que haberse parado
todo ¡Qué escándalo!. Fue más grave lo
de Lopetegui que el hecho de que el ministro de deportes tuviera que dimitir
por otras causas..
Ante tal acontecimiento de influencia
social, poca importancia puede tener el resultado del Plenario (Congreso) de
una de las organizaciones más grandes de CC.OO., atendiendo a su nivel de
afiliación.
Son extrañas las unanimidades en este
época, y esa es la noticia: A pesar de los conflictos que podría acarrear la
fusión de empresas y a pesar de la presión que la empresa está introduciendo
entre la plantilla por su obsesión de imponer un cambio de jornada en algunas
de sus oficinas sin acordar previamente los límites y las compensaciones. A
pesar de estas situaciones, Ana Herranz ha conseguido ser reelegida secretaria
general de la Sección Sindical de Santander-Popular, por UNANIMIDAD.
Parece evidente que ese apoyo unánime es
el fruto de una importante gestión empática y trasparente de esta mujer y el
equipo que ha estado trabajando con ella. Hay que felicitarles desde fuera como
se supone que lo están haciendo ya desde dentro.
Por cierto, por aquí también avanza la
impronta que las mujeres aportan a una mejor gestión de las cosas. En esta
sección Sindical de Banco Santander-Popular, que, como os digo, es la quinta de
CC.OO. en cuánto a nivel de afiliación, el porcentaje de mujeres en puestos de
dirección en las distintas comunidades autónomas sobrepasa ya el 50%. Este Sindicato vuelve a demostrar su
capacidad para ser puntero en cuestiones que tienen mucho que ver con los
avances sociales y laborales de este País.
Por más que le pese a muchos y muchas,
de enfrente y de al lado.
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