Hoy he visto
a la mujer invisible...
("Solo el Silencio")
Camille
Claudel nació fuera de su tiempo entre gente que no estaba dispuesta a
comprenderla, mucho menos a ayudarla.
Fue
una gran escultora que tuvo de profesor a August Rodin, y fueron amantes. Hubo
críticos que se atrevieron a decir que ella era mejor que él ¡qué escándalo!.
Montó su propio taller y la vida se le empezó a complicar. Con razón o no,
siempre se quejó de que le robaban sus obras y estaba tan segura de ello que
comenzó a destruirlas en cuanto las terminaba.
En
cuanto murió su padre, fue ingresada en un establecimiento siquiátrico y
después en otro, Montdevergues, al sur de Francia. Su madre y su hermano, el
poeta y diplomático Paul Claudel, la tuvieron encerrada e incomunicada durante
toda su vida, a pesar de que los informes médicos indicaban la total ausencia
de enfermedad mental alguna. Tampoco le permitían ejercer su arte. La anularon,
la silenciaron, la enterraron en vida y terminó en una fosa común en el otoño
de 1943.
El
cinismo de su hermano le llevó a decir que “todos sus maravillosos dones que la
naturaleza le había otorgado no han servido más que para traerle la desgracia”.
Fué quien la encerró, nunca quiso sacarla, otorgarle su libertad, y ni siquiera
apareció en su entierro.
Esta
es la historia que nos cuenta de manera magistral Enrique Laso en su novela “El
Abismo de Camille”. Una historia de humillaciones, miserias y cobardías. Una
historia de dolor, de marginación, de odio. La narra en forma de un diario que
se supone escribe el director del Manicomio a partir de la fecha en la que ella muere. Una historia de una infancia
bella, una juventud extraordinariamente creativa y treinta años de encierro,
miseria y abandono.
La
historia es impresionante, pero la manera que tiene Enrique Laso de contarla
también. Sus cualidades como novelista se ven reforzadas en esta ocasión con
una implicación personal: nada que tuviera que ver con la injusticia le era
ajeno, los sufrimientos de las personas en las que se basaban sus personajes
eran igualmente padecimientos propios.
Por
eso, el autor hizo un resumen de esta novela para participar en el libro “Que entre la Luz”, trabajo colectivo publicado por Ediciones Proust, cuyos textos cuentan diversos casos de
violencia de género, reales o ficticios. Y es que la
historia de Camille es esencialmente una historia real de violencia de género: Molestó
a una sociedad en la que era intolerable que una mujer se sintiera tan artista
que pensara que había conseguido su libertad por ello. Eso estaba reservado
exclusivamente a algunos hombres.
A mi me encantó esta novela de Enrique Laso. Sólo Enrique sabía cambiar de género sin despeinarse y seguir siendo un crack 😔
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