Alejandro
Cercas, L. Fajardo Spínola, García Vargas, Juan José Laborda, Joaquin
Leguina, Rodríguez de la Borbolla, J.C.
Rodríguez Ibarra, Javier Rojo, y algunos más, firman una carta abierta al
Secretario General del PSOE recién elegido, muy a pesar de ellos, por las bases
del Partido Y en esa carta hacen unas preguntas, cuándo menos, sorprendentes.
¿Diálogo
ahora con quién? ¿Diálogo ahora para qué?
Cuándo
la mayoría de los partidos, cuándo los gobiernos europeos, cuándo la propia
Unión Europea, cuándo políticos de distintos perfiles y diversas partes de
Occidente, y, lo que es más importante, cuándo una enorme parte de la
ciudadanía española, también de la catalana se empieza a poner de acuerdo, al
menos, en que la solución no puede estar en otro sitio más que en el diálogo,
éstos próceres de la verdad incombustible preguntan ¿con quién? y ¿para qué?
¿Qué
hay detrás?
O mejor tendríamos que preguntar ¿Quién hay detrás?
Es
muy raro que en la lista de firmantes no aparezca nadie en activo cuándo en el
Parlamento de Andalucía se ha votado hace unos días en la misma línea que
expresan los firmantes de ésta carta, y en contra de la que la dirección del
Partido había diseñado para el mismo asunto en el Parlamento Nacional.
Que
ya me dirán ustedes para qué carajo hay que votar en el Parlamento Andaluz algo
que ya ha pasado por el Congreso sobre cuestiones que tienen que ver con el
Estado y con Catalunya, nunca con Andalucía, salvo que lo único que se quisiera
fuera eso, marcar el paso en un camino diferenciador, contrario al defendido
por la dirección encabezada por su Secretario General
D.
Alfonso Guerra ya salió de abanderado de las tropas de quienes defienden que lo
que tiene que hacer ahora el PSOE es juntarse muy apretadito con el PP y aceptar como insoslayable que la única
solución es mantener la represión policial (u otra) hasta que el enemigo
catalán se rinda.
Y
es que esto es exactamente lo que están defendiendo los firmantes de ésta
carta, formar un bloque “Constitucionalísta” contundente, inamovible, firme el ademán, con el PP y Ciudadanos. Cómo si
para defender la Constitución bastara con tener buenos y fieles cuerpos de
policía. En la Constitución Española hay muchas cuestiones además de la Unidad física
de la Patria, hay derechos, hay formas, hay exigencias de comportamientos. La
Constitución es el texto que nos define, y hemos de afinar mucho para que esa
definición coincida con lo que este pueblo es y quiere ser.
El
Diálogo, la negociación, el intento continuo por ponerse de acuerdo es la esencia de nuestra
historia desde que ganamos nuestra democracia. Es cierto que a veces no resulta
fácil, hay ocasiones incluso que es realmente imposible, pero sin ése esfuerzo
no somos nada, no somos nadie. Bueno, si somos algo, pero más parecido a
tiempos más allá de los que nos estamos refiriendo.
Pero
yo creo que éstos señores (y Clementina Ródena como única mujer) saben bien
esto, estoy seguro. Por tanto mucho me temo que estamos en otro escenario, en
el de quienes siguen sin aceptar los resultados del 39 Congreso de su partido,
no sólo en lo que se refiere a personas elegidas, sino también en lo tocante a
las líneas programáticas y estratégicas que definieron el "Cambio necesario" que
una gran mayoría de militantes demandaban.
Muchos
entendemos que el PSOE y el PSC, aún con dificultades, se han situado en este
conflicto en el centro del equilibrio.
Sus líderes y portavoces reclamaron diálogo desde el principio y ahora
se ha generalizado esta demanda. Esa propuesta era incompatible con quedarse a
la sombra del PP, sobre todo cuándo se han hecho cada vez más evidentes los
errores del Gobierno, y fueron consecuentes.
¿Tal
vez hemos de sospechar pues que de lo que realmente se trata es de dinamitar
éste posible éxito?.
Sería
muy grave y, de ser así, convendría saber quiénes están realmente detrás.
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