miércoles, 14 de diciembre de 2022

Los tiempos de la izquierda son difíciles

Ricardo Garanda (12122022) 


En el último Congreso Federal del Partido Socialista Obrero Español se vivió un momento totalmente extraordinario en nuestro sistema democrático partidista. La militancia había decidido previamente, en las primarias, que había que restituir a D. Pedro Sánchez como Secretario General.

En el Congreso ya no se podía modificar esta idea de las bases, entre otras cuestiones, porque la mayoría de delegados y delegadas del mismo representaban a la misma mayoría interna que marcó el resultado en las Primarias. El sector conservador del PSOE, encabezados por la Sra. Susana Díaz, arropada por los señores Page, Lambán, Vara y otros muchos representantes de los sectores Felipistas, habían perdido.

Perdieron, pero, salvo algunas excepciones, no aceptaron la derrota, decidieron que era más importante su posición conservadora minoritaria que la decisión progresista que ganó mayoritariamente el Congreso. Eso, unido al dolor insoportable que les supuso su fracaso estratégico.

En ese Congreso, con D. Pedro Sánchez, ganaron dos ideas prioritarias:

1.- El PSOE tenía que dejar de sostener a un Gobierno del PP.

2.-El PSOE tenía que conseguir ganar las elecciones y formar una mayoría de gobierno con el claro objetivo de hacer políticas de izquierdas, que beneficiara a las clases trabajadoras y a los sectores más perjudicados de este País.

Ambas cosas han ido para adelante.

Fue muy doloroso para el grupo parlamentario que se había abstenido para que gobernara Rajoy, tener que avanzar por el camino de la moción de censura contra Rajoy. Algunos traumas personales se conocieron.

Es muy doloroso ahora para el sector del PSOE que asume la cultura nacida en los inicios de la democracia de que “a la izquierda del PSOE nadie” (¿Qué pactó Felipe González con Suarez a este respecto?) asumir que las políticas de izquierdas se hace con ellos, con los grupos “a la izquierda” y sus reivindicaciones. Es muy doloroso para este sector acomodado del PSOE asumir que los problemas territoriales se resuelven acordando con ellos, los independentistas, y sus reivindicaciones.

No hay que entregar nada, pero hay que llegar a acuerdos valientes que nos permitan avanzar, porque para quedarnos paralizados y dejar las cosas en su conflicto eterno, ya está la derecha.

Y desde ahí cada uno se apunta al espacio que desee, pero sin trampas. Claro que D. Emiliano García Page tiene derecho pleno a disentir de las posiciones del gobierno de su partido, pero sería deseable un poco de estilo, en las formas y en el fondo. Y cuando me refiero al fondo estoy pensando en que a mí, como a miles de socialistas nos gustaría conocer también la opinión del presidente de CLM sobre cuestiones como la subida del SMI, de la del IPC en las pensiones, de la gestión de los ERES en la pandemia, de los favorables datos del desempleo y las inscripciones en la S.S., de las ayudas compensatorias de inflación en los carburantes, de la bajada de las facturas de la electricidad, vía bajada de IVA y vía solución ibérica, de los 150.000 millones de euros conseguidos en Europa para paliar la crisis del Covid, y de muchos más avances que el gobierno socialdemócrata de este País ha ido consiguiendo “contra viento y marea”. Tres presupuestos con mayoría absoluta, pacificación de Catalunya con reducción importante de las posiciones independentistas, nuevas medidas para la adecuada conciliación familiar, Reforma Laboral que reconvierte los contratos temporales en indefinidos…. No sé acabar.

Pero al señor Page, y a otros muchos de la escuela de Suresnes, les preocupa más lo suyo, si hay críticas al gobierno central y apuntarse a ellas pudiera dar beneficios para su continuidad como Presidente de su Comunidad, allá que va. Le importa menos todo lo que líneas más arriba he mencionado.

Un amigo me decía hoy que el PSOE podría perder en el resto de España lo que pueda ganar en Catalunya. Puede ser. Igual que puede ser que, en alguna comunidad autónoma, se puede perder por la izquierda (incluidos militantes del propio partido socialista) lo que pretenden ganar por su derecha.

Por cierto, y ya acabo, Catalunya es mucho más que una comunidad autónoma conflictiva, siempre ha sido, y sigue siéndolo, el principal puente cultural y económico de España con el resto de Europa. Muchos Pages harían falta para hacernos olvidar esto.