viernes, 31 de marzo de 2023

Podemos Sumar

Ricardo GAranda, 310323

Para quienes, desde el principio, han deseado que en España se hicieran políticas de izquierdas, la participación de Unidos Podemos en un Gobierno con mayoría del PSOE está siendo fundamental. Habrá de considerar normal las tensiones entre dos partidos que nunca defendieron exactamente lo mismo en todas las cuestiones. Al igual que hay que aceptar como lícito pensar que alguna confrontación tendría que haberse controlado mejor, porque se han creado situaciones en las que han surgido muchas dudas entre las militancias y entre los votantes de ambas organizaciones.

Pero los resultados expresan la relevancia positiva de esta coalición. Toda la izquierda debiera estar asumiendo la necesidad de dar una prórroga a este perfil de Gobierno. Y eso, naturalmente solo se consigue sumando en las urnas.

Por eso “Sumar” es un proyecto de sumo interés, que puede conseguir lo que en su día logró Podemos y que dio paso a la posibilidad de un gobierno de izquierdas.

A Podemos y a sus líderes hay que guardarles un enorme respeto, incluso yo diría “un respeto histórico”. Gracias a Podemos y la confluencia de pensamientos que originalmente consiguió, tras la ruptura del sistema bipartidista, han sido las fuerzas progresistas las que han podido gobernar.

Pero el proyecto inicial se ha ido desinflando, los y las líderes que lo constituyeron en su momento, se han ido retirando, a su casa o a crear otras formaciones con muy parecidos criterios políticos. El propio líder se tuvo que retirar ante el mal resultado obtenido por la lista que él encabezó en Madrid. Ahora ya las fuerzas son escasas.

Parece que en el Norte y las Castillas, apenas tienen organización, en Catalunya ya han confirmado su presencia en Sumar, en Andalucía se destaca más la fuerza de IU, que también participara en el proyecto de Yolanda Díaz. En Extremadura, nada, en País Valenciá, poco, en Madrid, muy bajos, según los últimos resultados, y en el resto, poca cosa.

En estos momentos podríamos decir que Podemos necesita más acercarse a SUMAR, que al revés. Pero eso no quiere decir que Podemos no sea necesario para ese nuevo proyecto de la izquierda: cuenta con muchos miles de votos que en algunas circunscripciones se perderán en la nada, beneficiando así a otras opciones. Cuenta, a su vez, con importantes cuadros que tienen mucho que decir en los avances sociales y laborales que aún quedan por acometer.

Yolanda Díaz ha promovido una plataforma de pequeños partidos que les puede “dar vida” a cada uno de ellos y a su vez mantener muy viva la lucha reivindicativa de la izquierda. Pero eso sí, una vez lanzada esa plataforma, a quien se quede fuera se le puede augurar un futuro bastante negro.

Creo que es verdad que, si esta plataforma no hubiese salido a la luz, a U.P. le hubiera quedado aún fuerza para tener un grupo parlamentario con influencias gubernamentales o fuerza opositora. Pero eso ya no es así, la plataforma SUMAR está a punto de oficializarse, IU y algunas otras organizaciones que participaban de UP ya no estarán ahí, y, en general, para los y las votantes a la izquierda del PSOE, se les presenta una alternativa de voto importante. Algunos seguirían recalando en las candidaturas de Podemos, pero otros muchos se aproximarían definitivamente a esa plataforma que, claramente, se esfuerza en unir a esa izquierda.

Hasta Pablo Iglesias ha escrito en las redes que tal vez la hegemonía de Podemos esté acabando, y que lo que debe hacer es sumar para el bien de la izquierda. Podemos, con Iglesias y el resto de sus líderes, fue valiente e inteligente en su aparición, en España se necesitaba ese movimiento y supieron hacerlo. Muchos y muchas pensamos que parece llegado el momento de que vuelvan a ser valientes e inteligentes por el bien de la gente a la que defiende la izquierda desde los gobiernos.

Si Podemos suma, habrá mucho camino andado para el progresismo político en este país.

 


viernes, 24 de marzo de 2023

Uno de los vuestros

Ricardo GAranda, 240323

Cuando a Joan Manuel Serrat le otorgaron ayer, 23 de marzo, el premio en homenaje a los fallecidos y heridos en el atentado del despacho de Atocha, el cantante terminó su breve intervención de agradecimiento diciendo: “Cuándo me dais este premio es porque me reconocéis como uno de los vuestros. Gracias”

Los “vuestros”, a los que se refiere Serrat, son muchos miles de hombres y mujeres que han luchado y siguen haciéndolo, en esta sociedad. por defender la libertad, la igualdad, la justicia y la dignidad humana, entre humanos.

Los “vuestros”, a los que se refiere Serrat, son las gentes que han levantado la paz de este país sin dejar que se olviden a aquellos compañeros y a aquellas compañeras que murieron, víctima de una violencia de la mano de quienes no querían que nada cambiara porque les preocupaba la posible pérdida de sus privilegios.

Joan Manuel Serrat ha luchado toda su vida con el instrumento que domina: la música, cantar. Cantar por todos los rincones, sus poesías y las poesías de otros, de Machado, de Hernández. Llegó a estar vetado por el régimen y sus medios durante cinco años por defender su lengua y tuvo que exiliarse a México por su defensa de la justicia y la libertad.

Cantar, y además cantar bien, en castellano y en catalán: la lucha de los trabajadores, de la gente más débil, se hace a través de cualquier idioma, Serrat sabe que con la música, la poesía y mirándonos a los ojos en cualquier idioma nos entendemos.

En 1977, un grupo de fascistas, con pistola en mano entró en un despacho de abogados laboralistas que trabajaban y luchaban todos los días para defender los derechos de las trabajadoras y los trabajadores de este país, y les dispararon, cinco murieron: Enrique Valdevira Ibañez, Luis Javier Benavides Orgaz, Francisco Javier Sauquillo, Serafin Holgado y Angel Rodriguez Leal y otros quedaron heridos: Miguel Sarabia Gil, Alejandro Ruiz –Huerta, Luis Ramos Pardo y Lola González Ruiz, y nos lo contaron.

¿Hay que olvidar estas cosas?  Yo creo que nunca. Y lo cree alguien que estuvo en la fachada de Atocha 55, en Madrid, el día siguiente de este atentado. Allí no pedimos venganza, pedimos justicia y futuro. Y en el impresionante entierro de días después, guardamos silencio. Un inmenso silencio. Un millón de personas en silencio. Queríamos justicia y futuro.

Ni habrá fascistas ahora que puedan tapar aquello como si no hubiese ocurrido, ni habrá nuevas militancias de la izquierda que pretendan decirnos que teníamos que haber dado más, que nos quedamos cortos. Los abogados de Atocha dieron su vida por la lucha para cerrar la dictadura y abrir la democracia. Y hubo muchos más que cayeron, muchos y muchas más.

Las CC.OO. de Castilla la Mancha mantienen la llama viva año tras año. Ayer se unió al inmenso grupo que sujeta la antorcha, Joan Manuel Serrat, que, con toda su apabullante modestia dijo algo como que “luchar por la libertad, la igualdad y la dignidad ha sido (y es) actuar en defensa propia”

Nuestra libertad, nuestra igualdad, nuestra dignidad…si no la defendemos nosotros ¿Qué esperamos? En el pasado, también ahora y, claro está, en el futuro que a cada uno y a cada una nos quede.

No había muchos jóvenes en el acto, ¡qué pena! ¿Qué les estamos contando? Estaba mi hija, y los hijos de algunos otros, pero pocos y pocas. ¿Qué no les estamos contando?

Me toca ya callar por hoy, pero espero que muchas y muchos sigamos estando ahí, con CC.OO., con Antonio Arrogante, con Joan Manuel Serrat, con el gobierno de Castilla la Mancha, con el Gobierno del País. El pasado no fue tan fácil como algunos y algunas creen y pretenden hacérnoslo creer. Como dijo Nicolás Sartorius el otro día en TVE: “El régimen franquista no murió con Franco, después de noviembre del 75 hubo que seguir combatiéndolo. Nadie nos regaló nada”.

Que no os engañen.

 


 

viernes, 10 de marzo de 2023

¿Gobierno roto?

 


Cuando dos contrarios, tal vez enemigos, discuten, suele haber intención de hacer daño con los argumentos. Cuando quienes discuten acaloradamente son amigos, la razón es, sin duda, que el tema en discusión les importa mucho a ambos.

La cuestión es si la relación entre el PSOE y UP puede considerarse de amistad. Desde luego ahora no lo parece en absoluto, pero han tenido momentos mejores y parece que pueden volver a tenerlos (Ley de Pensiones). No son “Contrarios”, están en el mismo equipo.

Sin menospreciar, en absoluto, la importancia de los puntos de conflicto entre ambas partes del gobierno sobre una ley definitiva de la libertad sexual, el problema es que plantearse esta disputa hasta estos extremos de confrontar vehementemente en el Parlamento ocasiona, según mi opinión, mucho más daño a la izquierda en general y al movimiento feminista de nuestro país que cualquiera de las concesiones que uno u otro partido pudieran haber hecho.

¿O es que la derecha va a resolver el conflicto entre ambos?

Desde aquí abajo, la cosa ha sonado un poco con el ritmo estridente de lo absurdo. Porque, incluso, si todo esto ocurriera porque ambos partidos han de mantener una cierta distancia entre ellos de cara a los procesos electorales, hubiera sido conveniente tener un guion, un pacto de explosión controlada. Pero, o no tiene nada que ver, o el explosivo se ha colocado mal y ha superado los controles.

Recomponer esta situación dentro del gobierno se antoja difícil, porque ya no es solo cuestión de las direcciones de ambas formaciones, que perfectamente podrían pacificar la situación y seguir para adelante, las bases han sacado sus, más o menos, controladas rencillas. La militancia de UP, en las redes, insisten en meter en el mismo saco al PP y al PSOE, agregando ahora a VOX, para que el caldo salga más sabroso. Por su parte, las bases del PSOE, animadas por algunos líderes territoriales, no se cortan en tachar a los anteriores de locos e irresponsables, incluso llegan a utilizar acusaciones, ya usadas por la derecha y con un tono despectivo muy parecido, de extrema izquierda.

Madre mía, ¡qué locura!. Lo cierto es que hasta que llegamos aquí, el resultado de la confrontación entre PSOE y UP, dentro del gobierno, ha sido tremendamente beneficioso para las mujeres, trabajadores y otros colectivos realmente perjudicados por gobiernos anteriores. ¿Políticas de izquierda? Si, claro.

Hay que comprender el problema que tienen en UP: No les gusta el PSOE, pero si el PSOE, en las próximas elecciones, pierde la capacidad de hacer gobierno, ellos pasaran de formar parte del gobierno a ser un partido minoritario en la Oposición. Con todo, si se desmoviliza electoralmente la izquierda, el PSOE puede perder mucho más si entrega sus opciones a las derechas. Ambos habrán cometido, así, un grave error:  dejarnos sin cobertura de protección a las clases trabajadoras de este país, en un momento en el que, como ya vemos en Madrid y en Andalucía, las fuerzas conservadoras avanzan con todas sus fuerzas para ir liquidando los servicios públicos, Sanidad, Enseñanza, Pensiones y muchos más, a favor de potenciar las empresas privadas de estos sectores.

Hay tres macroespacios fundamentales para gobernar con políticas de izquierdas: El mundo laboral, (poder adquisitivo, condiciones laborales, pensiones dignas…), el terreno del feminismo (protección ante el machismo, igualdad de derechos y oportunidades). Y todo lo que tenga que ver con la protección, potenciación y mejora de “lo público”. Si las legislaciones que se encuadran en estos tres terrenos de juego se dejan incompletas, la derecha conservadora tendrá un magnífico campo de cultivo para plantar sus egoístas y antisociales medidas neoliberales.

Es mucho lo que se están jugando en nuestro nombre. Es necesario que unos y otros, en las direcciones de los grupos parlamentarios y en las bases de militantes y simpatizantes de ambas organizaciones progresistas se templen los nervios. No están obligados a amarse, pero sí a seguir colaborando para continuar como hasta ahora, haciendo políticas de izquierdas que mejoren nuestras condiciones de vida.

Veremos.

Ricardo GAranda, 100323