domingo, 21 de enero de 2024

Talvezcity

 

Ricardo GAranda. 190124

Nunca antes estuve en las calles de Talvezcity. En numerosas ocasiones soñé con ella en base a los datos que me fueron facilitando gentes que, a su vez, habían recibido esa información de otras personas que la habían soñado igualmente. El caso es que hoy estoy aquí, y me gusta.

Talvezcity no es un lugar como el resto de los lugares: tiene mar, pero su agua es distinta, con un brillo especial que la hace más aceptable, y algo más distinto ha de tener porque los surfistas no caen nunca, siempre cogen la ola a lo lejos y llegan en ella hasta la orilla. Es más, veo como algunos se introducen en un perfecto bucle, llegan a salir de él y aún pueden coger otro más antes de llegar a la arena.

Las calles no son del todo rectas, no son perfectas en ese sentido, pero están limpias. Quiero decir, perfectamente limpias, como podría estar el pasillo de una casa limpia. Hay vehículos, pero no suenan, ni huelen, ni se desordenan. Casi todos están en movimiento, alguno, excepcionalmente, está parado en los laterales por alguna necesidad perentoria, pero continúan su marcha enseguida, no hay vehículos aparcados en los laterales, me dice mi acompañante que la ciudad está hueca, hay un enorme espacio kilométrico debajo de nosotros para albergar a los vehículos cuando no es necesario moverlos. También me cuenta que, por esa otra planta, circulan largos y cómodos vehículos públicos que trasladan, de un lugar a otro de la ciudad, a la mayoría de sus habitantes. Tengo que bajar a verlo.

No hay basura, no se ve en ningún sitio ni cubos ni contenedores. Bueno, corrijo, seguro que hay basura, pero no se ve, no se huele. Leí en un folleto que me facilitaron en la oficina de información popular que en cada edificio hay un sistema por el que la basura de cada familia o centro de trabajo se va trasladando a través de un sistema de tuberías, pequeñas en sus inicios y con un diámetro creciente según va avanzando hasta unos enormes depósitos, en un tercer nivel, dónde se separa la que sea digna de ser reciclada, de la meramente orgánica. La primera se desvía, a través de unas nuevas tuberías, hasta las plantas correspondientes de reciclaje, la del papel, la del vidrio, la de cristal, la de plástico, etc... Y la última, la orgánica, se traslada a una descomunal fábrica que alimenta de energía renovada a gran parte de la ciudad.

Mi acompañante Fausto me informa que con la reconversión de la basura orgánica en energía se mantiene la necesidad de electricidad para los vehículos y los edificios de organismos oficiales. El resto, la energía necesaria para los vehículos y viviendas privadas, y para las diversas fábricas, se obtiene de un perfecto tándem de captación de recursos eólicos y solares. Cuando los días están claros, la energía solar es captada y trasformada a través de muchas pequeñas placas, alargadas, situadas discretamente en cientos de espacios de la ciudad: Plazas, rotondas, parques, jardines, además de otros cientos en edificios de todo uso. Cuando el tiempo es tormentoso y el sol esconde sus fuerzas convertibles, son pequeños molinos, de reducidas aspas, situados en las terrazas de los edificios más altos, los encargados de facilitar esa energía necesaria. Ahora se tiene ya muy avanzado un proyecto de energía undomotriz, que aprovechará la fuerza de las olas del mar. En el mismo tercer nivel, dónde tienen la reconversión de la basura orgánica, existen enormes acumuladores que guardan la energía no utilizada, para aquellos días dónde no existen las condiciones climáticas como para que funcionen adecuadamente ni las placas ni los molinillos.

Es por ello por lo que la factura de la luz de Fausto y del resto de los habitantes de Talvezcity, es de un coste bajo, casi insignificante, solo lo imprescindible para cubrir los gastos de mantenimiento de las plaquitas, los molinillos y los acumuladores.

No sé si ya comenté que los carburantes fósiles son totalmente inexistentes. Coches, cocinas, calefacciones…todo con energía eléctrica conseguida de las maneras que he narrado. Cada vivienda tiene un contador, pero no para saber lo que hay que pagar a final de mes, que se resuelve con una tarifa plana, sino para conocer el nivel de gasto que estás produciendo y que, lógicamente, ha de tener un límite solidario.

Una de las pocas cosas que me ha dado tiempo de comprobar es que en las casas tampoco hay instalaciones de internet. Este funciona gracias a un magnifico sistema de Wi-Fi público que llega a los lugares más recónditos de la ciudad. Este sistema también es gratis para utilizaciones grupales o individuales, para todo el mundo.

Es muy curioso lo que me cuenta Fausto sobre su financiación: el sistema se sostiene con un canon que pagan las marcas por “no publicitarse”, porque no hay publicidad en los medios de comunicación que usan el sistema internet. Me explica: “Si las demás marcas no hacen publicidad, yo tampoco necesito hacerla” por ello pago un pequeño canon de “no publicidad” que, como marca, me resulta muchísimo más barato que si tuviese que publicitarme.

Por la misma razón tampoco hay carteles ni luminosos de publicidad en la vía pública. Ya digo, calles limpias como el pasillo de una casa.

Le pregunté a Fausto por el funcionamiento del sistema Sanitario y él me fue explicando mientras andábamos hacia uno de los diez pequeños centros de atención sanitaria que estaban en activo.

Todo el sistema es público y totalmente universal. Facilita su sostenibilidad el reducido nivel de enfermedades que necesitan seguimiento y operaciones. La falta de contaminación, el reducidísimo nivel de estrés y la adecuada atención preventiva reduce el número de enfermos críticos.

No es gratuita para todo el mundo, continuó Fausto, en su momento se decidió que aquellas familias que pudieran tener poder adquisitivo para pagarse un sistema de sanidad privada, trasladaran ese potencial económico, con una importante reducción, al sistema de sanidad pública, tanto a su nivel asistencial como al de la investigación.

Como el nivel de renta per cápita de los habitantes de Talvezcity es elevado, los ingresos procedentes de quienes pueden permitirse estas aportaciones, son suficientemente importantes como para que la administración pueda facilitar los medios económicos necesarios para un casi perfecto sistema de investigación. Desde luego, los mejores investigadores del mundo no ponen ningún reparo en venirse a trabajar a esta ciudad.

Una de las consecuencias más espectacular es la enorme reducción de fallecimientos por enfermedades como el cáncer. No solo porque se hayan descubierto en estas investigaciones fármacos y tratamientos para evitar la mortandad de esta enfermedad, sino porque, además, los adecuados medios de investigación comprobaron una antigua sospecha: El estrés moviliza en nuestros organismos las células cancerígenas que durante muchos años están inmovilizadas en él. Sencillo, reduce el estrés y reducirás los casos de afectaciones cancerígenas.

Mientras me contaba todo esto, llegamos a uno de esos diez hospitales. Pequeño, silencioso, relajante. En recepción, Fausto puso su huella dactilar en una pequeña pantalla y una voz le saludó por su nombre y se ofreció para atenderle en lo que necesitara: petición de cita previa o cumplimiento de la que ya tuviera. Yo lo intenté también para probar y la voz me avisó de que no me reconocía el sistema pero que en menos de dos minutos sería atendido. Así sucedió, enseguida apareció un joven con bata que estaba dispuesto a ayudarme a que me atendiera el doctor o la doctora correspondiente.

Fausto me contó que para que la atención fuese más directa y eficaz habían pensado que era mejor tener varios pequeños hospitales en lugar de un Macro. Más caro, aparentemente, pero más eficaz para cubrir el objetivo que se perseguía: la salud de los habitantes de Talvezcity. Parece que, en su momento, pensaron que, al final, cubrir el objetivo con eficacia resultaba mucho más económico que no cumplirlo y aceptar las consecuencias de largos periodos de enfermedad en un número elevado de casos.

Después de esto ya no pregunté por el sistema educativo, supuse que su sostenimiento estaría basado en el mismo sistema. Por ello, igualmente, los mejores especialistas y los mejores educadores del mundo estarán deseando venir aquí a trabajar e intentar desarrollar sus ideas. Mi amigo me confirmó que era, igualmente, universal, con el mismo sistema de cuotas que el sanitario.

Desde el hospital nos sentamos en la terraza que una cafetería tenía en un parque cercano. Un parque inmenso con enormes árboles, algunos de ellos bien apuntalados, parece que preferían asegurarlos antes que podarlos por el miedo a su caída. Seguimos hablando mi amigo Fausto y yo, y, ante mis preguntas, continuó informándome del funcionamiento de más cuestiones en esta extraña ciudad. Le pregunté cómo funcionaba el apoyo de la administración a las artes y espectáculos, y ¡uy sorpresa!: cine, teatro, música, literatura, pintura y escultura, etcc… Todo es de competencia totalmente privada.

La razón, según me cuenta, es que la administración nunca quiere favorecer a algunos con lo que ello supone de menosprecio a los demás. No hay siquiera premios o valoraciones públicas, consideran que todo ello estaría basado en un sistema subjetivo, siempre sospechoso de favorecer a unos con el perjuicio de otros. Se comprende que hay técnicas de laboratorios o de estudios arquitectónicos, para valorar la composición de un fármaco o la viabilidad de la construcción de un puente, pero ¿quién puede valorar la calidad y la belleza de una obra de arte, de una composición poética, de una pieza musical? Parece que llegaron a la conclusión de que desde la administración pública no se deben hacer esas valoraciones, que siempre serán tan acertadas como erróneas. Consideran que este es un asunto que debe resolverse en las relaciones privadas, dónde instintivamente se acepta el margen de error subjetivo.

Me daba mucha pereza despedirme y volver a mi mundo, en el que los surfistas se caen al agua derribados por las olas, dónde sus calles están manchadas de grasas, humos y cáscaras de cacahuetes, animadas con el ruido de los autobuses que frenan y aceleran, con coches mal aparcados ocupando más del espacio que le corresponde calles en las que se huele los contenedores de basura orgánica mezclada con todo tipo de materiales potencialmente reciclables. En el que hay que pagar facturas, a veces inasumibles, de electricidad y gasóleo y comunicaciones con una molesta publicidad que supone una subida de precios de los productos anunciados que después tenemos que ir adquiriendo. Un mundo en el que hay que asumir los riesgos de unos sistemas de sanidad y enseñanza masificados, deteriorados y mal atendidos, que, a pesar de ello, se llevan por delante gran parte de nuestros impuestos.

Me estaba dando mucha pereza volver a parques con árboles podados y aceptar el nivel de calidad de un artista, de un poeta, de un novelista en razón a las ayudas y premios recibidos. Me daba envidia de Fausto.

--¿Tus padres nacieron aquí? Le pregunté. Y su respuesta fue mi última sorpresa:

--Ni mis padres, ni yo, ni nadie de las gentes que vivimos en Talvezcity:  Lo hicimos, lo construimos.

jueves, 9 de noviembre de 2023

Gracias Presidente.

 

Ricardo GAranda 101123

Gracias, Presidente, por facilitarnos que mejoren nuestras relaciones con nuestros paisanos catalanes. Si lo que queremos es la unidad de España habrá que dar primero el paso de llevarnos bien entre los españoles. Digo yo. Con el odio se une poco.

La derecha está que rabia. No asume que ellos no pudieran tener los apoyos necesarios para gobernar “su España”. Mientras que Pedro Sánchez, el PSOE, si ha sabido sanear las diferencias, algunas muy complejas.

Y así es como solucionan nuestras leyes estos conflictos: Quien consigue suficientes apoyos parlamentarios, gobierna. Y seguirá gobernando mientras esos apoyos se mantengan. Nuestro sistema democrático no es asambleario, es parlamentario, y creo que nos gusta a casi todos que así sea.

El representante de Coalición Canaria, planteó que ellos podrían perfectamente votar contra la amnistía, intentando que el Parlamento no la ratifique, pero también votar a favor de la investidura de Pedro Sánchez si este atiende sus reivindicaciones. Planteándole el periodista que parecía una contradicción, él se limitó a decir: “Es democracia”.

Democracia, eso que le cuesta tanto asumir a la derecha. Sobre todo, a esa derecha con planteamientos nada democráticos en sus acciones: VOX. Su violencia no es un impulso irreflexivo, es una estrategia que necesitan potenciar en momentos de confusiones sociales. Ya lo sabíamos, pero ahora, con el atentado callejero a Vidal Quadra, hemos confirmado públicamente que los inicios de VOX estaban unidos a la guerrilla iraní contra su gobierno. Parece que ellos les financiaron y, me temo, que de ellos aprendieron técnicas de guerrilla urbana.

Con estos violentos gobierna el PP en varias comunidades autónomas, y con ellos pretendía gobernar el País. Para evitarlo, solo había un camino, pactar la condición de la amnistía. Se lo dijo Ortúzar a Feijoo cuando este le insistía para que el PNV le diera su apoyo a su investidura: “Si me das a elegir entre VOX y la amnistía, la cosa esta clara, prefiero la amnistía”

Se han quitado ya definitivamente la careta, atacar la calle y con un Abascal que dice “o conseguimos llevar a los tribunales a Pedro Sánchez o terminamos todos en la cárcel” . Amigos en la magistratura tienen de sobra para conseguir lo primero. En cuanto a lo segundo, que terminen varios en la cárcel, se me ocurre una situación curiosa: Si acaso el PP necesitara a VOX para gobernar dentro de cuatro años, no me sorprendería que la condición de VOX para su apoyo fuera la amnistía para liberar a los que ahora puedan ser imputados.

Pero, además Presidente, quiero darte las gracias porque con tu gobierno con Sumar, se podrá seguir la línea iniciada durante estos últimos años con Podemos: Gobernar para los sectores más desprotegidos de esta sociedad, los asalariados, las mujeres, los jubilados, los desempleados.

Seguir gobernando para defender y potenciar lo público, la sanidad, la educación, la asistencia doméstica. Todo eso que la derecha quiere cargarse y que lo está consiguiendo, hasta donde puede, en las Comunidades en las que gobiernan.

¿No vale todo esto una ley de punto cero en Catalunya?

Este Gobierno que ahora se empieza a ver como viable, tendrá el apoyo de más de la mitad de los españoles, en la calle y en el Parlamento. ¿Comprenden esto en el PP? ¿Comprenden que los catalanes y los vascos son españoles, tanto como los madrileños de doña Isabel? Creo que quienes defendemos la unidad de España comprendemos que esto tiene que ser así.

Gracias, Presidente.


jueves, 19 de octubre de 2023

¿Y de qué voy a escribir?

Ricardo GAranda. 201023

Con la que está cayendo me cuesta inventarme una historia pero es que me duele escribir sobre la realidad. Hasta escuchar la radio duele. Los creyentes debieran estar contentos de poder estar equivocados. De que realmente no haya nadie en ningún sitio que pueda controlar mínimamente esto, que no haya ningún dios todopoderoso responsable de las atrocidades que los humanos, de forma colectiva, ejecutamos.

No hay excusas, somos nosotros, los hombres y mujeres que formamos parte de esto que llamamos humanidad, tan racional, tan inteligente, tan empática que matamos por una patria, por una idea religiosa, por un terreno, por unos euros, por un extraño sentido de la propiedad física. No hay excusa, somos nosotros.

¿De qué voy a escribir? ¿Me invento una historia genial que hable de lo etéreo del ser? ¿De la sensibilidad de la persona? ¿Del amor entre los seres humanos? ¿O hablo de Ucrania, Palestina, Sudán, Afganistán … o cientos de realidades que hablan de muerte, explotación, anulación de libertades, odios…?

Esta mañana he escuchado la historia de un sudamericano que quiso venir a Europa a ganarse la vida. Para empezar bien, aceptó hacer de “mula” en el aeropuerto. Fue a la cárcel, y desde allí, para que no se enteraran los suyos, se fue inventando una vida, estaba en Paris, en Múnich, en Barcelona… hasta que se fue cansando y terminó desapareciendo. Pero vivía en la cárcel. Llegó a ella su hijo, que había pasado por lo mismo, se miraron y siguieron andando por el patio sin decirse nada. Preferían no existir, aunque existían.

Según lo oía tenía el terrible sentimiento de que, a veces, tal vez sea mejor no existir, aunque existas. Tal vez fuera mejor encerrarse en la cueva y salir cuando el mundo hubiese dado la vuelta, como un calcetín. Pero no hay previsiones de cambios. Seguiremos matándonos la gente en unas guerras por defender a nuestros dioses, a nuestras tierras, a nuestras tradiciones, y a veces sin saber muy bien qué es lo que defendemos. Seguirá habiendo terribles diferencias entre los superricos y los que no tienen nada que darles a sus hijos, ni un techo para acogerlos. Seguirá creciendo el odio a quienes no son como nosotros, al diferente. Seguirá existiendo, y tal vez creciendo, ese machismo asesino que mantiene a las mujeres temblorosas y obligatoriamente precavidas, recelosas.

¿De qué va a escribir alguien cuando le abruma el desencanto y la tristeza? ¿de alegrías? ¿de futuros optimistas? No lo veo. A mí, con frecuencia, como ahora, solo me apetece denunciar, quejarme. Ya sé que sirve para poco, hace años que lo sé. Pero hace años que, sabiéndolo, lo sigo haciendo, aunque solo sea por no rendirme yo también.  Y a mi edad he ido viendo rendirse a muchas, a muchos. Demasiados, demasiadas.

¿Hacia dónde va todo esto? Se bombardean hospitales y el mundo no se mueve, mueren niños, mujeres, ancianos, todos inocentes hasta el extremo, y el mundo no se mueve. Ahora en Israel-Palestina, pero no solo allí. En lo que me pareció un momento de exageración, hace unos días escribí un Twitter en el que decía: “Empiezo a pensar que en el mundo nos merecemos gobernantes como Netanyahu y Trump”. Ahora, días después, pienso que tal vez no fue tanta la exageración del momento.

Porque, por mucho que nos parezca insoportable lo que está ocurriendo en Gaza, y no solo allí, por mucho horror que nos produzca la información de los miles de muertos, niños, ancianos, por mucha sangre que veamos y seamos capaces de aguantar hasta el vómito, hay algo mucho más duro, más incomprensible para el concepto de humanidad: El que el mundo, sus gobiernos, sus pueblos, unos de una manera y otros de otra, lo permitan.

Es como si fuésemos aceptando que esto es así, que no tiene remedio, que ya no aspiramos a ser mejores.

Y eso es peor que la muerte.

 


jueves, 5 de octubre de 2023

“Smattricanipitayeassss”

 

Ricardo GAranda

No tenía yo claro cuál podía ser el origen de lo que parecía un terrible grito de queja, seguí subiendo por el sendero, creo que aceleré mi paso. Volvió a sonar a los diez minutos, en absoluto estaba seguro de que fuera un grito humano.

Me empezaron a entrar dudas, dudaba sobre si lo que más me empezaba a preocupar era que fuese un sonido emitido por una garganta humana desesperada, o, por el contrario, que se tratara de algún animal atrapado o herido.

Mi llegada a la pequeña explanada coincidió con un tercer grito, ahora mucho más suave, pero pensé que aquella mujer estaba loca, allí gritando al lado de la fuente de Cumaz.

Era muy temprano. Lo normal, lo que ella debiera esperar, sería que nadie la oyera. Mi presencia suponía una tremenda casualidad, nunca madrugo tanto, había dormido en Morillo de Tou y, en esta ocasión, casi amaneciendo, salí en dirección al Cañón y me puse a andar la ruta. Necesitaba el silencio que permitía el ruido del agua incordiado por el graznido estridente de una urraca o alguna otra ave que la imitaba. Después de andar poco más de una hora por el sendero de ese limitado silencio, me habían alarmado los gritos de aquella mujer. Se cortó cuando me vio, aunque siguió con sus lamentos.

Por su forma de gritar, pareciera que venía quejándose desde “otro mundo”.

En dos piedras distintas y distantes, aunque del entorno de la fuente, nos sentamos. En realidad, ella ya estaba sentada. Yo la miraba, entre intrigado y ansioso, esperando que me contara algo, que me explicara sus gritos, aunque no sé muy bien por qué tendría que hacerlo. Ella, sin embargo, miraba al suelo con unos ojos de angustia que yo, lógicamente, era incapaz de asumir y, menos, interpretar.

Solo aquí puedo gritar, dijo.

Pues si lo necesitas, continúa, le respondí yo. Y agregué: por mí no te preocupes, como si no estuviera.

Debió de pensar que ya no era lo mismo, negaba en silencio, como queriendo indicar que ni siquiera en este punto alejado del “mundo-gente” encontraba la necesaria soledad para gritar “sus mierdas”. Sacarlas fuera, que se escaparan entre los pinares de ese cañón, que fueran absorbidas por las truchas del rio, que volaran entre los pájaros por ese aire de destino desconocido, que se perdiera muy lejos de ella y la dejaran reiniciar su camino, su vida.

Grita, le insistí. Y gritó muy fuerte:

“¡Smattricanipitayeassss!”

La naturaleza pareció quebrarse, desde la cima de la montaña más alta, hasta el fondo del inquieto rio.

Ni ante un desconocido quería expresar lo que en esos momentos le dañaba. Pero el extraño grito se me coló dentro de mi cuerpo y sentí un desasosegante escalofrío que me recorrió la columna vertebral desde la primera vértebra cervical hasta llegar al sacro y desde ahí escapar a mi control.

Callé, esta mujer necesitaba estar sola y yo me levanté, balbuceé alguna frase que indicara despedida, me hizo un leve gesto que pareció de agradecimiento. No supe muy bien si por animarla a desahogarse o por irme y dejarla sola en su piedra.

Inicié el camino de regreso, en silencio, esperando que algún eco rebotado en aquellos inmensos muros de Añisclo pudiera darme alguna pista.

Ya no escuché nada, ni a la urraca, sólo el agua.


miércoles, 20 de septiembre de 2023

Contienda y Amnistía

 

Ricardo GAranda, 200923

Hace unos años, cuando se utilizaba el concepto “Contienda” se referían a la pasada Guerra Civil, que fue la consecuencia directa de un golpe de Estado ejecutado desde el ejército, animado por sectores conservadores a quienes el gobierno de aquel momento no le satisfacía. Por eso cuando el pasado 12 de setiembre D. José María Aznar hace una llamada a la “contienda nacional” contra el previsible futuro Gobierno progresista, muchos en este país entendemos que su discurso tiene elementales fundamentos de golpe civil contra un gobierno que, si se constituye, será absolutamente democrático y apoyado por la mayoría del Parlamento.

Tras las golpistas palabras del Sr. Aznar, el PP convoca una movilización-concentración-reunión de partido, para su militancia, pero abierta, solo para el PP pero a la que puede acudir quien quiera… Hasta VOX tuvo que decir que era un lio de convocatoria y que no sabían qué hacer.

¿Esta convocatoria se hace desde la dirección actual del PP para hacer caso a “su líder carismático”, o, por el contrario, para aliviar tensión a la llamada “a contienda”? Pues parece que dentro del partido conservador unos creen que es por una razón y otros por la contraria. En cualquier caso, el deseo de sublevación está en el espíritu de todos ellos, una vez más, el concepto de democracia se les hace grande.

Es el previsible acuerdo de Amnistía el pretexto útil para movilizar, pero no es esa posible ley contra lo que realmente luchan. Si el PP no tuviese el lastre de tener que contar con VOX, estoy seguro de que ya hace tiempo que Feijoo se hubiese sentado con los representantes de JxCat para negociar el apoyo a su propia investidura. Y, de no ser por ese lastre, no sé si todo hubiese estado encima de la mesa, pero, por supuesto, si estaría una ley de amnistía.

Lo que de verdad no soporta el PP (y tampoco algunos viejunos y caducos próceres del PSOE) Es que existan verdaderas posibilidades de reeditarse un gobierno de alianza progresista. Que el PSOE y SUMAR (Podemos incluido) vuelvan a tener la oportunidad de avanzar nuevamente políticas de progreso en nuestro País.

Ni siquiera les preocupa que este posible gobierno esté apoyado por partidos “malditos” por reivindicar la independencia de sus respectivos territorios. Insisto en que, si no fuera por el lastre de VOX, con cualquiera de ellos pactaría el PP con tal de gobernar, incluso con BILDU si fuera necesario. Ya lo hicieron para acuerdos más locales en el pasado.

Pero Feijoo y su equipo lo han comprendido tarde. Fue grave caer de su convencimiento de que con VOX conseguirían mayoría absoluta, despreciaron las encuestas del CIS y ahora no saben qué hacer con el juguete: Con ellos no suman y se temen que, en el futuro, sumaran menos aún. Pero yendo de su mano nadie se les quiere acercar. Han tenido un fracaso no calculado y sin salidas correctoras. Solo les queda el discurso de “traidores a la patria” y seguir acosando a un probable gobierno con Pedro Sánchez en cabeza.

Y, eso sí, jugando a las divisiones, sin llegar a comprender que por mucha gente de la izquierda y la derecha periférica que no esté del todo conforme con D. Pedro Sánchez y su gobierno, pesa mucho más el miedo a tener a los fascistas de VOX en un Gobierno. Se creen que, por tener las opiniones a su favor de personajes como Felipe, Guerra, Leguina, Corcuera, Redondo y alguno más, tienen gran cosa, y no es así, no tienen nada, o muy poco.

Y, ante esta frustración, deciden que la batalla es contra la más que probable ley de amnistía para las mujeres y los hombres implicados en el “Procés”. Para intentar cargarse de razones se llegan a inventar razones como la inconstitucionalidad de tal medida, cuando no parece que haya nada en nuestra Carta Magna que impida que se legisle sobre tal materia.

Miren ustedes, esta democracia nació en la cuna de la Amnistía. Como dice Nicolás Sartorius, en aquellos momentos llegamos a perdonar penalmente a quienes nos fusilaban. Pero claro, ya les entiendo a ustedes, señoras y señores de derechas, en la Amnistía de octubre del 77, hubo concesiones democráticas para nosotros y perdón para sus delitos de sangre. La mayoría entendimos que había que hacerlo.

Mi capacidad de especulación me lleva ahora a un curioso punto: ¿Qué pasaría si en una ley de Amnistía en la que se perdonen los delitos producidos con el Procés, se perdonara igualmente las cientos de causas, unas ya juzgadas y con condena y otras aún pendientes de ella, de ex-cargos y militantes del Partido Popular?

Seguro que el Sr. Feijoo estaría ya sacando la pluma de su chaqueta.

 


sábado, 26 de agosto de 2023

El Pico de Rubiales

 Ricardo GAranda  250823


Sigamos la secuencia: primero se agarra los testículos en gesto de “somos cojonudos, qué huevos tenemos”, después, a una jugadora le propone y ejecuta “un pico”, para después expresar (y defenderlo en rueda de prensa) que somos Campeones y no Campeonas.

Da la impresión de que, para este hombre, el señor Rubiales, las jugadoras que consiguieron la proeza (seguro que algunos lo llamaran “machada”) fueron un simple instrumento, una herramienta necesaria para la gloria de los grandes hombres que las dirigen.

El gesto de agarrarse los testículos es, esencialmente un gesto de macho dominador. No lo blanqueemos diciendo que fue un gesto feo, de mala educación, con la reina y la infanta delante, viéndolo todo el mundo. No, un gesto feo y de mala educación con monarquías o sin ellas sería meterse el dedo en la nariz. Esta fue claramente una expresión machista, que, dice él, se la dedica al entrenador. ¿Y a las chicas? ¿Qué gesto les dedica a las chicas?

Pues fácil: un pico. Solo por el hecho de la ocurrencia ya me parece de alucine. Sinceramente, yo cuando lo vi, en directo, pensé: parece que entre estos dos hay algo. Y luego me dicen que no, ¡qué decepción!

Y después la rueda de prensa. ¡No dimito!, cinco veces. La culpa fue de Jenni que quería hasta levantarme, llevaré a los tribunales a quienes me han atacado, me siento perseguido por la gente de izquierdas. Nada del presidente de Gobierno ni de la portavoz del PP, que igualmente le han reprochado contundentemente su comportamiento. Y para rematar su gran actuación, digna de dictadorzuelos locales de diputaciones gallegas y murcianas, comunica que ha dado órdenes para que al entrenador le renueven el contrato, por un tiempo superior a su propio mandato, y que se le suba el sueldo a medio millón de euros al año. Ahí está la señal dirigida a todos los presentes: “Apoyadme, que aquí hay dinero y yo decido su destino”

Y aún había más fondo en su discurso de no dimisión, el discurso VOXístico contra el falso feminismo. Solo las falsas feministas pueden llamar machista a un machista como este. Que no puede serlo, porque entiende a las mujeres, para demostrarlo, está allí su hija. No llores hija que tu padre es un buen hombre. Expone a su hija porque vuelve a necesitar instrumentos, ahora para dar una imagen de padre  decente. Pero exponerla así, en estas circunstancias, supone ya una enorme indecencia.

Y ahora los apoyos y los rechazos. Aunque aquí parece que este señor lo tiene un poco crudo fuera de sus propios círculos. Es curioso leer los mensajes en las redes. Apoyándole o defendiéndole aún no he visto ninguno. Si hay mensajes que atacan a Irene Montero y a Sánchez, pero no acaban de defender al sr. Rubiales. También he leído un mensaje de alguien que quiere ser equitativo y dice que o él o Jenni mienten, pero no sabemos quién. De la agarrada de testículo no dice nada, le debe parecer normal. Sin embargo, los rechazos, en distintos tonos, abundan por todas partes, en las redes, en la radio (La Ser) y en la tele (TVE). Supongo que en otras programaciones se escucharan mensajes más variados.

Aun así, salvo algunas excepciones, sorprende el gran silencio en el mundo del fútbol. La Liga Profesional ha sido contundente, pero hay muy poquitos presidentes de Clubs que se hayan manifestado de forma clara. De los presentes en la Asamblea Federativa nada que decir, amaban a su líder carismático, les reparte las riquezas conseguidas por “su gran gestión”. Me voy a parar un poquito aquí, porque no me ha pasado desapercibido que cuando los presidentes territoriales hablan de buena gestión deportiva, en realidad, en lo que están pensando es la buena gestión económica.

Volveremos con ello, pero estábamos hablando del silencio en el mundo futbolero. Las chicas se plantan, renuncian a volver a ir a la selección mientras no se depuren convenientemente las responsabilidades. ¿Y los hombres futbolistas? Muy poquitos han dicho algo: Borja Iglesias, que igualmente renuncia a ir a la selección, Casillas contundente, Sergi Roberto, David De Gea. Seguro que se han posicionado algunos más, aunque a mí ahora no me conste. Seguro que lo irán haciendo más. Pero ¡qué poco movimiento!

Al final la conclusión es que se va a confirmar algo que ya sabíamos, Rubiales es solo el gran representante machista de un colectivo tremendamente machista. Para ellos, su presidente hizo cosas feas, que debiera haber evitado, pero tampoco tan graves, se está exagerando, no hace falta que dimita.

Quizás este es el momento, las autoridades así han de entenderlo:  La Ley del Deporte tiene que caer contundentemente contra estos comportamientos y hay que tomar las medidas necesarias para evitar que vuelvan a ocurrir. Un responsable del fútbol no puede considerarse por encima de los criterios generalmente aceptados por el conjunto de la sociedad, el caciquismo está prácticamente desaparecido en esta España, no se puede permitir que se refugie en el fútbol.

Lo que ha ocurrido necesita la contundente confrontación, de los colectivos y de las personas. Me despido en esta columna ofreciendo mi pequeño gesto solidario: Me comprometo a no ver ningún partido ni ningún resumen de fútbol masculino mientras estos “señores” sigan estando ahí.


PDT.- Después de escribir esta columna, leo que La FIFA le abre expediente, le suspende provisionalmente durante tres meses en su actividad nacional e internacional. Y le prohíbe a él y a cualquier dirigente de la Federación que mantenga cualquier contacto con Jenni Hermoso o su entorno. Muy bien FIFA, hoy sí has estado bien. Como español aficionado al fútbol, te doy las gracias.