viernes, 23 de junio de 2023

Zapatero, sangre de líder.

Ricardo GAranda, 230623

 “Se siente uno muy bien siendo leal”

José Luis Zapatero, expresidente de España, ha tenido que salir al ruedo electoral con toda su sangre de líder social, de verdadero líder político, rellenando el hueco que, hasta ahora, dejan vacío o, peor aún, relleno de insidias, otros socialistas que ocuparon unos, y ocupan ahora otros, puestos de responsabilidad.

Zapatero expresa el deseo que tenemos muchos socialistas: Que Page y Lamban entren en campaña. Quiere que salgan a defender las políticas del partido socialista en el gobierno, encabezado por Pedro Sánchez.

Quiere que pregunten a la derecha, como él pregunta, qué significa eso de derogar el Sanchismo. “¿Acaso quiere decir derogar la subida del salario mínimo interprofesional”? ¿Cuántos trabajadores y trabajadoras que se han visto beneficiados con una subida del 47%, en cinco años, de 735 € a 1080 €, estará dispuesta a que tal medida se derogue?

Quiere Zapatero que los y las socialistas, todos, pregunten a la derecha que si derogar el Sanchismo supone volver a rebajar el poder adquisitivo de las pensiones, retirando la norma de que suban según el IPC. Diez millones de pensionistas lamentaríamos tal decisión ¿Cuántos de esos diez millones estarán dispuestos y dispuestas a arrojar electoralmente piedras sobre su propio tejado?

Claramente expresa el expresidente que negar, a estas alturas, la violencia de género, como lo está haciendo la derecha, encabezada por VOX, es comparable a insistir en que la tierra es plana. Con la enorme diferencia de que con la violencia están muriendo cientos de mujeres, mientras los políticos de derechas se empeñan en negar que la causa sea la violencia machista. Y quiere, Zapatero, que todos los socialistas salgan públicamente al paso de esa trampa de “la violencia intrafamiliar”.

Caballero él, prefiere decir que no conoce bien a Feijoo, pero sí le pide algunas cosas por el bien de España: que contribuya a la convivencia en Catalunya y Euskadi y que no dañe en el exterior, con sus mentiras, la imagen de España. Que acepte los datos que facilita la OCDE, dejando claro que la economía española va a seguir mejorando, subiendo por encima de la media de la eurozona, y que deje de seguir inventando esa amenaza irreal de que se acerca una grave crisis. Peticiones que Zapatero quiere oír repetidas en los medios por parte de todos los líderes (los que fueron y los que son) del PSOE.

Zapatero aplaude. con contundencia, los éxitos conseguidos por el Gobierno de coalición, que con el avance en las políticas progresistas ha beneficiado, de manera importante, a la gente menos favorecida de nuestro país, ha elevado de forma evidente el prestigio exterior de España y ha conseguido algo que ya se nos olvida, la pacificación de Catalunya.

Zapatero reconoce que él también, cuando gobernaba, tuvo que dar algún giro a sus planteamientos, hubo que asumir recortes en la economía cuando había prometido no hacerlo. Felipe González se vio obligado a entrar en la Organización del Atlántico Norte tras el “OTAN, NO”. Aznar se sintió obligado a romper su centralismo pactando con Pujol. Rajoy sintió la necesidad de subir los impuestos cuando su promesa había sido bajarlos. Pedro Sánchez comprendió que la única alternativa a un gobierno de las derechas era gobernar con Unidas Podemos y así lo hizo.

Es muy refrescante, para la izquierda, escuchar a una persona como José Luis Rodríguez Zapatero, tranquilo pero contundente en la defensa que hace de las cosas, sin insultar, sin menospreciar, defendiendo sus ideas en positivo, escuchándole decir que “formar parte de un proyecto colectivo significa ser leal”.

Y él se siente integrado en este proyecto del PSOE de Pedro Sánchez, que es su Presidente y su Secretario General.


 

jueves, 15 de junio de 2023

“Loca, Imbécil, Puta”

 

Ricardo GAranda 160623


Da igual que ocurriera hace veinte años, da igual que ya haya sido castigado por ello.

Quien grita Loca, Imbécil, Puta a una mujer madre de sus hijos, delante de ellos y de otros muchos, en la puerta del colegio, no puede asumir responsabilidades públicas.

Y diría yo algo más, quienes blanquean estos comportamientos, tampoco.

"Puta, ladrona, secuestradora de niños, más que ladrona, te voy a estar jodiendo toda la vida hasta que te mueras y acabe contigo, ladrona"

Y la perseguía por las calles diciéndole estas y otras “lindezas” a gritos, e insultando igualmente a su suegro cuando iba acompañando a sus nietos. Hasta su hija, con once años, tuvo que pedirle una vez a los policías que les protegieran

¿Qué puede haber en la cabeza de una persona para tratar de solucionar sus frustraciones de esa manera? Y lo que hay en la cabeza de este personaje ¿No es totalmente incompatible con sus intentos de representación democrática?

Yo creo que por mucho menos hay que invalidar a candidatos que pretendan formar parte del cuerpo democrático elegido para nuestro parlamento. El problema ahora es ¿Quién piensa lo mismo?

¿El PP? Lo consiente.

¿Y VOX? Lo justifica.

Según el diario Público y otros muchos medios de comunicación, Carlos Flores, en su calidad de responsable de VOX en la Comunidad Valenciana, ha sido el responsable de negociar el acuerdo de gobierno entre su partido y el PP. Que VOX lo justifique podría estar dentro de la criminal lógica de las ideas que en este partido tienen sobre la violencia de género. ¿Pero que el PP lo consienta y se siente con él en la misma mesa a negociar las políticas que han de aplicar para beneficio o perjuicio de las valencianas y los valencianos?

Según mi opinión, esto ya traspasa una línea que debiera ser inaceptable. Ya no es un problema de que gane y gobierne la izquierda o la derecha, ni siquiera es un problema de confrontación de ideas entre españoles, todos podríamos estar acertados en nuestra ideología o todos podríamos estar equivocados. No es este el problema.

El problema es que nuestros parlamentos, nuestro sistema democrático no puede seguir degradándose más. No puede representar nuestra democracia cualquier persona por mucho que le voten personas que piensan como él. Lo siento, no estoy de acuerdo. Tiene que haber un límite. La laxitud con la que, en nuestras instituciones, se han consentido las situaciones de corrupción económica y de otro tipo, no puede suponer que se dé un paso más para atrás, no se debiera aceptar que en nuestras instituciones se mantenga a quienes han sido condenados por abuso de género, por maltrato, por violencia hacia personas que están en posición más débil.

Carlos Flores, y su partido lo subraya, defiende que lo que ocurrió pertenece a su esfera privada y que nada tiene que ver con la política. Entiendo que quiere decir con la representación política. Claro, en VOX niegan la “violencia machista”, estas cosas que ocurren son “problemas familiares” que han de resolverse en ese entorno.

Lo que no quiere explicar VOX es si ha de existir preocupación pública por los cientos de mujeres, más de mil, que se conozca, en los últimos años, que mueren como consecuencia de “esos problemas familiares”. Lo que no quiere explicar VOX, y el PP no le exige que explique cuando hay un pacto delante, es como se lucha contra el machismo para que deje de ser un fenómeno asesino, impulsado por machistas asesinos.

Pero bien, sigamos un hilo de su argumento: Si la violencia machista es un problema a resolver en privado, pues nada, que Carlos Flores se quede en el origen del problema, según ellos: en lo privado. Que se vaya en privado a su casa, que ejerza su profesión de forma privada y que se olvide de ostentar representación pública.

Si sale elegido diputado, nuestro Parlamento no se merecerá eso.

Las mujeres tampoco.



 

viernes, 9 de junio de 2023

¿Acabar con el Sanchismo? ¡No jodas!

 

Ricardo GAranda 090623

¿Acabar con el Sanchismo?

¿Y volver a rebajar las pensiones, o al menos no permitir que año tras año aumenten en paralelo al aumento de los precios del mercado?

¿Y volver a rebajar el salario de 1.080 € a 735 € para los millones de trabajadores y trabajadoras que cobran el SMI o tienen salarios referenciados con el?

¿Y menospreciar los millones de puestos de trabajo y los miles de pequeñas empresas que se han salvado gracias a la medida de los ERTES?

¿Y que las empleadas de hogar vuelvan a quedarse sin derecho a cobrar el desempleo?

¿Y devolver todo el dinero con el que durante los meses más complicados se nos ha bonificado el combustible del vehículo?

¿Y volver a pagar mucho más por la electricidad al desaparecer la excepción ibérica?

¿Y renunciar a todas las millonarias ayudas que nos están viniendo de Europa?

Y renunciar a derechos sociales, que no tienen nada que ver con los beneficios económicos, pero sí con la felicidad de las gentes. Renunciar a la cobertura de “lo público” en la Sanidad, en la Educación, en los servicios sociales, para los millones de españolas y españolas que no pueden pagarse “lo privado”

¡No jodas!

…Que cada lector y lectora aumente la lista.

Lo que la derecha llama “Sanchismo” se refiere al gobierno que tenemos, gestionando todos esos avances y muchos otros. Claro, son medidas progresistas, inclinadas a defender los intereses de los sectores más debilitados de nuestra sociedad, en contraposición con lo que ocurrió en la anterior crisis, cuando gobernaba Rajoy las soluciones que se buscaron consistieron en despidos, cierre de empresas, congelación de pensiones, y ayuda a los bancos.

Pero, no deja de ser preocupante el mismo concepto de “Sanchismo”. Sobre todo, si se intuye que con tal definición se busca el apoyo de un sector del PSOE que no aceptaría que se atacara a su partido gobernante pero que aplauden los reproches a un Pedro Sánchez que les derrotó en el Congreso, con el apoyo de la mayoría de las bases, y que pone en marcha unas políticas de izquierdas que ellos no entienden ni aceptan.

Y es que es ahí dónde está la debilidad de Pedro Sánchez y su equipo. No tanto en los ataques del PP, de sus insultos y de sus argumentos inconexos, dando la espalda a los datos que reflejan la realidad. Su debilidad está en los ataques internos. “Sanchismo” es un término acuñado por el PP con intención de insultar, pero aceptado por una parte de barones del PSOE, perdedores del Congreso, para hacer daño, sin pararse a valorar que a quienes hacen daño de verdad es al propio partido, a su militancia y a los trabajadores y trabajadoras de este país, que verán restringidos sus derechos y sus avances económicos si, en estos momentos, vuelve a gobernar la derecha: PP-VOX.


Agustín Jiménez, al que, por desgracia, yo conozco muy poco, lleva siendo toda su vida militante del PSOE. Es el alcalde de Noblejas, un pueblo de la provincia de Toledo. Lo lleva siendo desde hace 40 años, reelegido por la gente de su pueblo una y otra vez. El 28 de Mayo ha vuelto a ganar, con mayoría absoluta a pesar de las candidaturas del PP y de VOX. Le admiro, y por eso hoy me apetece reproducir aquí unas palabras escritas por él en un grupo de compañeros y compañeras en WhatsApp:

“Navegamos a contracorriente, no nos van a dar tregua, ni en plena pandemia nos la dieron, seguirán diciendo que la economía es un desastre, a pesar de tener los mejores datos de Europa/EEUU. Pero solo nos vale nuestro esfuerzo, el esfuerzo de los militantes socialistas, el esfuerzo de los obreros, de los jubilados, de las mujeres, de los emigrantes, de los ciudadanos inteligentes y honrados.

Hay que utilizar cualquier oportunidad para debatir, para explicar en los mercados, en los bares en las peluquerías, allá donde caminen, donde circule un ser animado hay que expresar nuestra idea de libertad responsable.

Somos y representamos lo mejor de nuestra sociedad, los que luchan por ser más iguales, más justos, más inclusivos, más liberales.

Y Pedro representa mejor que nadie el luchador nato. que se crece en la dificultad, el que ha llevado el nombre de España a un lugar impensable. La socialdemocracia en el mundo se llama Pedro Sánchez

España es hoy admirada como nación pacífica que ayuda y está con los aliados en momentos difíciles para las democracias occidentales, socio leal y fiable donde los haya.”

¿Lo he dicho ya? Admiro a este Socialista.

 


viernes, 2 de junio de 2023

La Izquierda se la juega: Todo o nada.

 

Ricardo GAranda, 010623


Pedro Sánchez ha vuelto a tomar una decisión espectacular, una vez más ha sorprendido a propios y extraños.

¿Riesgos? No más que si no la hubiera tomado. Me explico, si se hubiera mantenido la idea de ir a finales de año, estos meses hubieran servido para que el Gobierno se arrastrara, se desangrara cada partido de la coalición en sus respectivos internos, ante la alegría y la presión mediática de un PP ahora muy crecido. Ese PP que no hubiera respetado, de ninguna manera, la presidencia europea y más bien hubiese arrastrado por los suelos, una vez más, la imagen de España.

Y es que, en plena campaña, Pedro Sánchez será elegido presidente europeo, y esto no les va a gustar a la derecha española, porque el líder socialista es un político muy bien acogido en Europa, incluso por el Partido Popular Europeo, ese que no entiende, en absoluto, que el PP en España se alíe con la extrema derecha para gobernar.

Dirá nuestra derecha nacional: ¿qué nos importa lo que piensen en Europa? Nada de extrañar, ya lo decían sus padres y sus abuelos.

Se acabó la fiesta de la derecha, la noticia ya no es su victoria del pasado domingo, sino la decisión del Presidente del lunes, que vuelve a marcar la agenda política. Pero, además, el PP, en muchos sitios, tendrá un problema: ¿Cómo disputar el ansiado centro social y político y al mismo tiempo pactar gobernabilidades con VOX?

Pedro Sánchez ha vuelto a dar un golpe en la mesa. Si el PP se empeñó en hacer de las autonómicas y las locales un pulso de generales, pues aquí está la segunda vuelta. Y si con la sangría que se provocó el fin de semana, los partidos de izquierda no se reorganizan y sus votantes no van en masa a votar, entonces, que gobierne la derecha porque la gente de izquierdas no lo merecerán.

Pero quiero rizar el rizo. Si el 23 de Julio, el PSOE se estrella, y no me refiero a que no gane, sino a que tenga que entregar el gobierno, este partido podría entrar en una crisis gubernamental de muchos, muchos, muchos años. Por una razón muy sencilla: Perdería el gobierno con la satisfacción de una parte más o menos importante del interno del partido, y eso siempre cuesta mucho tiempo de recuperación. Declaraciones recientes de viejos líderes como Felipe González, Alfonso Guerra, Nicolás Redondo, José Luis Corcuera. Y de líderes actuales como Emiliano García Page o Javier Lamban, ponen en tela de juicio las decisiones del último Congreso Federal del PSOE. Por tanto, ya no hablaríamos solo de una derrota electoral, sino de un error de las bases del partido en ese Congreso, y esa acusación implícita no se resuelve en dos días. Diría yo que ni en diez años, porque las bases son muy persistentes en sus ideas y en la defensa de las mismas. Andalucía puede ser un ejemplo.

Y queda la otra parte importante de la ecuación: SUMAR.

El votante de izquierdas lleva reclamando unidad, unidad y unidad desde hace meses. Este votante no puede entender casos como el de Huesca:  Podemos obtuvo un 4,7% de los votos, IU un 4,5%, Equo un 4,3% y la Chunta un 4,4%. Total: cero escaños dado que ninguno alcanzó el 5%, mínimo necesario. Un 18% de voto tirado por el sumidero a causa de la división. Vox, con el 10%, consiguió tres concejalías.

Y en Madrid, Podemos no consigue tampoco el mínimo del 5% y así facilitó la mayoría absoluta de la señora Ayuso. Y en Canarias, si Podemos y Drago hubieran ido juntos se hubiese podido mantener el gobierno progresista. Al ir por separado ambos se quedaron fuera y Canarias tiene que asumir ahora un gobierno neoliberal. Y en Valencia, y en…

El 23 de Julio, a pesar del Sunami, lo normal es que la izquierda consiga un resultado que le permita seguir gobernando. Pero para ello, si los votos lo permiten, seguirá siendo necesario un pacto entre el PSOE y su izquierda, llámese U.P. o Sumar, y también se seguirá necesitando el apoyo de los partidos de la periferia, catalanes y vascos. Si esto no se acaba de asumir claramente entre las bases del PSOE, más les valiera la honestidad de entregar directamente el gobierno a la derecha PP-VOX.

Por el contrario, si se aceptan estas condiciones, que luego nadie se rasgue las vestiduras. Esto es lo que hay.

Ricardo GAranda, 010623