viernes, 24 de marzo de 2023

Uno de los vuestros

Ricardo GAranda, 240323

Cuando a Joan Manuel Serrat le otorgaron ayer, 23 de marzo, el premio en homenaje a los fallecidos y heridos en el atentado del despacho de Atocha, el cantante terminó su breve intervención de agradecimiento diciendo: “Cuándo me dais este premio es porque me reconocéis como uno de los vuestros. Gracias”

Los “vuestros”, a los que se refiere Serrat, son muchos miles de hombres y mujeres que han luchado y siguen haciéndolo, en esta sociedad. por defender la libertad, la igualdad, la justicia y la dignidad humana, entre humanos.

Los “vuestros”, a los que se refiere Serrat, son las gentes que han levantado la paz de este país sin dejar que se olviden a aquellos compañeros y a aquellas compañeras que murieron, víctima de una violencia de la mano de quienes no querían que nada cambiara porque les preocupaba la posible pérdida de sus privilegios.

Joan Manuel Serrat ha luchado toda su vida con el instrumento que domina: la música, cantar. Cantar por todos los rincones, sus poesías y las poesías de otros, de Machado, de Hernández. Llegó a estar vetado por el régimen y sus medios durante cinco años por defender su lengua y tuvo que exiliarse a México por su defensa de la justicia y la libertad.

Cantar, y además cantar bien, en castellano y en catalán: la lucha de los trabajadores, de la gente más débil, se hace a través de cualquier idioma, Serrat sabe que con la música, la poesía y mirándonos a los ojos en cualquier idioma nos entendemos.

En 1977, un grupo de fascistas, con pistola en mano entró en un despacho de abogados laboralistas que trabajaban y luchaban todos los días para defender los derechos de las trabajadoras y los trabajadores de este país, y les dispararon, cinco murieron: Enrique Valdevira Ibañez, Luis Javier Benavides Orgaz, Francisco Javier Sauquillo, Serafin Holgado y Angel Rodriguez Leal y otros quedaron heridos: Miguel Sarabia Gil, Alejandro Ruiz –Huerta, Luis Ramos Pardo y Lola González Ruiz, y nos lo contaron.

¿Hay que olvidar estas cosas?  Yo creo que nunca. Y lo cree alguien que estuvo en la fachada de Atocha 55, en Madrid, el día siguiente de este atentado. Allí no pedimos venganza, pedimos justicia y futuro. Y en el impresionante entierro de días después, guardamos silencio. Un inmenso silencio. Un millón de personas en silencio. Queríamos justicia y futuro.

Ni habrá fascistas ahora que puedan tapar aquello como si no hubiese ocurrido, ni habrá nuevas militancias de la izquierda que pretendan decirnos que teníamos que haber dado más, que nos quedamos cortos. Los abogados de Atocha dieron su vida por la lucha para cerrar la dictadura y abrir la democracia. Y hubo muchos más que cayeron, muchos y muchas más.

Las CC.OO. de Castilla la Mancha mantienen la llama viva año tras año. Ayer se unió al inmenso grupo que sujeta la antorcha, Joan Manuel Serrat, que, con toda su apabullante modestia dijo algo como que “luchar por la libertad, la igualdad y la dignidad ha sido (y es) actuar en defensa propia”

Nuestra libertad, nuestra igualdad, nuestra dignidad…si no la defendemos nosotros ¿Qué esperamos? En el pasado, también ahora y, claro está, en el futuro que a cada uno y a cada una nos quede.

No había muchos jóvenes en el acto, ¡qué pena! ¿Qué les estamos contando? Estaba mi hija, y los hijos de algunos otros, pero pocos y pocas. ¿Qué no les estamos contando?

Me toca ya callar por hoy, pero espero que muchas y muchos sigamos estando ahí, con CC.OO., con Antonio Arrogante, con Joan Manuel Serrat, con el gobierno de Castilla la Mancha, con el Gobierno del País. El pasado no fue tan fácil como algunos y algunas creen y pretenden hacérnoslo creer. Como dijo Nicolás Sartorius el otro día en TVE: “El régimen franquista no murió con Franco, después de noviembre del 75 hubo que seguir combatiéndolo. Nadie nos regaló nada”.

Que no os engañen.

 


 

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