miércoles, 18 de diciembre de 2019

Patxi Andión, con toda la Mar detrás


                                                 Ricardo GAranda
                                                             181219



Hoy llora el cuarzo de este atrio granítico de la iglesia de Casalgordo. Hasta aquí ha llegado la noticia, quise creer que era una broma provocada por las jugarretas del aire, que a veces juega con los sonidos y lleva algunos erróneos donde no debe. Pero no, la noticia ha resultado cierta: Patxi Andión ha muerto esta mañana. Otro. Maldita carretera.

Eres como la mar, le decía a su padre, llevas en la cabeza brisas ligeras…Eres como el cantar del campesino...Eres como un dolor mal repartido… Compañero del sol, fiel compañero…No quisiste jamás salvarte solo…

Siempre me gustó a mi Patxi Andion. En la edad de los ídolos, él era uno de los míos, pero no ha dejado de serlo. En “La hora lobicán”, su ya último disco, hay un pacto no escrito entre él, creador, y yo, disfrutador. Ambos nos hemos ido aviejando, pero sigue diciendo cosas que me gustan: En medio de aquella clandestinidad siempre hubo un hueco para amar… Ahora también, Patxi. Seguimos teniendo pensamientos clandestinos que la libertad no incluye en sus protocolos, pero nadie puede impedir que amemos. Como entonces.

Una, dos y tres…el rastro de esta sociedad, de esta vida que tú acabas de abandonar. Pero no faltará en Cascorro un puesto dónde sigan estando tus canciones, tus poemas con música. Es la ventaja de creer y crear, que se puede ir el cuerpo, supongo que también el espíritu, aunque ni tú ni yo sabemos muy bien qué es eso. Pero tu trabajo, si fue bueno, si gustó, sigue aquí, vivo, dando vida al creador. Dándote vida.

Sentado aquí, en esta fría mañana del 18 de diciembre, pendiente de ir a la villa a comprar los dulces navideños para la familia, te escucho en la selección que me gustan de canciones de Spotify. Solo él tiene el derecho de tutearle a la Mar… yo me aprendí esta canción, y la canté, ¡que atrevimiento! Cantar nunca se me dio bien, pero recitando poesía todo el mundo se defiende. Repetir tus letras…No hay suficiente vino para comprarle la sed. Es fácil, repetir tus versos es fácil.

Que nadie levante un vaso, que nadie se atreva a hablar…ha muerto un poeta… con toda la mar detrás…con toda la vida detrás.

Canta Patxi, di tus cosas a quien corresponda.


P.D.-

En un rincón de su Cantábrico escribí hace un año estos versos. Me parece que sirven para mi minúsculo homenaje. A tu memoria, poeta Patxi.



Hoy la Mar estaba rota

Fotografía de Jonhatan Gómez
Hoy la mar estaba rota
con ese ruido de gritos y lamentos
expresando pesadillas,
dolores viejos,
macerados de antiguo a fuego lento.

Apenas hoy la mar
aguantaba el choque del viento
que va partiendo su muro,
arrojando su fuerza contra las rocas
que piso en silencio.

Cuando la mar se rompe como hoy
se parece a mi lisérgico espíritu
que expongo, ofrezco y doy
aún y por siempre inmaduro
con la esperanza inútil
de unir mis piezas
mientras su fuerza separa
las de esta mar rota que soy
y me devuelve, otra vez,
su imagen y mis duelos
que ningún sueño repara.

Ricardo GAranda. 
 071218

No hay comentarios:

Publicar un comentario