sábado, 9 de marzo de 2019

El día de la Justa Igualdad




#RicardoGAranda   (@rgarciaaranda)



Me encanta que haya un día específico para recordarnos lo imprescindible de la lucha Feminista, la lucha por la real igualdad entre la mujer y el hombre, entre la niña y el niño, entre la abuela y el abuelo. Ayer fue el día y yo lo defendí.

Cuándo me levanté ayer llegué al compromiso conmigo mismo: Ricardo, hoy vas a luchar en la calle, en las páginas de tu blog, en las redes, en las discusiones de la taberna. Vas a pelearte como tú sabes, como si de verdad fuésemos ganando la batalla.
Hoy Ricardo no vas a pensar en esas mujeres jóvenes y sus hijas violadas por los miembros de las maras como condición para seguir viviendo.
Hoy no vas a hundirte viendo cómo esas mujeres de países en guerra, desde la miseria tratan de salvar día a día las vidas de sus hijos, buscando como sea algo para que coman.
Hoy vas a dejar a un lado la información sobre esas niñas vendidas como esposas-esclavas. También vas a dejar “en espera” esa preocupación por los millones de mujeres que sufrieron y sufren, siendo niñas, la ablación, para que el resto de sus vidas vean como el hombre disfruta realizando con ellas el acto sexual y ellas no.
Y tampoco te vas a enfadar con quienes quieren ignorar la importancia de los cientos de mujeres que están muriendo  y los miles de ellas que, sin llegar a la muerte, están sufriendo graves heridas, físicas, morales, mentales. Con los que dicen que eso es violencia doméstica, y como tal debe resolverse de puertas para adentro.

Lo tenía yo claro ayer: hoy, Ricardo, no le vas a decir a ninguna compañera de lucha que te sientes deprimido, que esto no avanza, y que, si es así, va demasiado despacio. Que estamos a punto de entrar en la tercera decena del siglo veintiuno y la mujer sigue estando menos valorada que el hombre, que su salario está por debajo que el del hombre, que sigue teniéndose que ocupar de la casa, de los niños, de los abuelos…Que la maltratan y la matan, y que en muchos sitios las tratan peor que a un animal de carga...
¿Cómo iba yo a decirle ayer a nadie que esté en la lucha feminista que esta sociedad continúa siendo machista hasta la médula?, que aún estamos muy lejos...

Ayer no era un buen día para las sinceridades de este tipo. Y hoy, que es el día siguiente, toca, como en toda lucha, levantar la cabeza y seguir. Continuar con nuestra necesaria, imprescindible esperanza por un mundo mejor en el que, de verdad, todos y todas seamos iguales. Ante la ley, por supuesto, faltaría más, pero no solo ante la ley sino también en nuestro comportamiento cotidiano, en nuestras relaciones, en lo que decimos, en lo que escribimos, en lo que pensamos...

Hoy es el día después de la reivindicación en la calle. Fue magnífico. Viene siendo magnífico desde hace un mes en el que raro es quien no se ha visto en la obligación de posicionarse: gente de la calle, periodistas, artistas, políticos de la derecha, de la izquierda, de la Oposición y también del Gobierno. Llevamos un largo periodo hablando del feminismo como plataforma de lucha por la igualdad. Hemos podido comprobar lo duro que está esto en algunos espacios físicos e ideológicos, pero me parece que quienes estamos a este lado del convencimiento también hemos sabido demostrar la dureza y contundencia de nuestras convicciones.

Claro que lo nuestro es ideología, estúpidos, ¿Qué se creen? Tenemos la ideología de la Igualdad y como dice Rosa Cobo, nos hemos convertido en un “objetivo a batir”.  Ya no nos desprecian con un mal chiste y una sonrisita, les hemos obligado a ponerse serios. Sienten nuestra amenaza porque hemos demostrado saber acercarnos a ese objetivo de la igualdad, porque somos muchas y ya vamos, también, siendo muchos.

Pero tenemos que seguir, no debemos permitir que la resaca nos obnubile: aquí hay todavía mucho machismo ideológico y práctico. No se pueden negar los avances, pero eso, lógicamente, nos hace poner el listón más alto, y yo creo que nunca en la historia ha habido más diferencia que ahora entre la realidad y las expectativas. Y esto deprime.
No hay democracia sin igualdad como no hay sociedad avanzada sin libertad. Pero detrás de las consignas está la vida y por eso hoy me he levantado diciéndome: Ricardo, ya hay que repasar necesariamente las realidades que ayer dejamos apartadas.

Ayer fue el día de la mujer y las convocatorias tuvieron un enorme éxito. Ahora hemos de seguir luchando, cada una y cada uno desde el espacio que pueda, para conseguir que todos sean los días de la justa igualdad… en todo el Mundo.



2 comentarios:

  1. Muy bien Ricardo muy buena reflexión, todo el mundo debe concienzarse de tus palabras, ojalá se consiga pronto acabar con las atrocidades que se llevan a cabo en las vidas de muchas mujeres

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  2. Yo creo que la plena igualdad en España está cerca. Estoy plenamente convencido de que se puede conseguir, ¡"y se va a conseguir"! Lo que ocurre es que para lograr eso las propias mujeres tienen que luchar contra sus propias congéneres y contra el todavía machismo imperante en Hispania. Por otra parte, yo creo en un feminismo por la equidad, por la igualdad no en un feminismo que sustituya al machismo, porque estamos como ahora. Los ismos son siempre muy peligrosos e inadecuados. Ni por supuesto me gusta el machismo ni el feminismo que no aboga por la igualdad plena, total. En España yo creo que tenemos cerca el conseguir la plena equidad. No es ni mucho menos un optimismo exacerbado y futil.

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