jueves, 6 de agosto de 2020

La Mascarilla



Ricardo Garcia-Aranda
070820- @rgarciaaranda

Este diminutivo de máscara no parece continuar con las condiciones que definen al artilugio de dónde deriva su nombre.
La máscara suele ser útil para ocultar la cara, el gesto, la personalidad física de quien la lleva puesta. Podríamos entender que una máscara más pequeña, es decir, una mascarilla, debiera ser útil para ocultar todo ello de una manera más limitada, más reducida.
Pero no, miren ustedes que, de alguna manera, parece que hay gente empeñada en utilizar la “pequeña máscara” justo para lo contrario de lo de su matriz lingüística: para pregonar en voz alta y a los cuatro vientos su posición personal ante la vida, ante la sociedad, para hacer apología de su ideología. En definitiva, para decir quiénes son y que piensan.



Ahora, con la mascarilla, estamos por fin en condiciones de distinguir a los españoles y las españolas evidentes, de aquellos otros y aquellas otras con gran dosis de ambigüedad en su patriotismo hispano. Ya sabes, si eres español, muy español, te pones la banderita de tu país en la mascarilla y así nadie que te vea podrá plantearse dudas a ese respecto.

Hasta ahí muy claro. Pero a partir de ahí surgen, al menos, tres preguntas:

1.- ¿Qué tipo de patriotismo demuestran las españolas y los españoles que no alardean de banderita? Son el resto, los equivocados, los que traicionan a España. Por tanto, la banderita en la mascarilla es excluyente, solo para el club de quienes ellos consideran que aman a España.


2.- ¿Cómo se distinguían estos patriotas excluyentes antes de la pandemia, antes de usarse las mascarillas? Se veían banderitas parecidas en algún coche, algún reloj o algún llavero. Muy pocas y mucho más discretas. El boom se ha producido con las mascarillas, tal vez alguien, o muchos a la vez, han descubierto el negocio.

3.- ¿Qué pasará cuando la pandemia del Covid19 decaiga y las mascarillas pasen a tener, poco a poco, un uso minoritario? ¿Decaerá igualmente esta costumbre de exibir la enseña nacional? No consigo creer que renuncien a ese maravilloso medio de expresión patriótica, sería un desperdicio militante. Puede ser que sigan tapando su rostro bajo cualquier excusa con este filtro, siempre viene bien. O puede ser que decidan trasladar su banderita a cualquier otra prenda menos volátil. La industria textil ya estará pensando en ello, habrá que ofrecerles algo a tanto abanderado: cinta del pelo, bufanda, bañador, ropa interior… a algún sitio habrá que trasladar el símbolo patrio.

Como norma general sabemos que la bandera nos representa, más o menos, a todos y a todas, pero hace tiempo que los nostálgicos de aquellos tiempos, se apropiaron del símbolo y lo hicieron suyo, para auto-identificarse con él. Hace tiempo que decidieron que la bandera de todos sería administrada por ellos en exclusiva, para quienes pensaran como ellos. Y se las llevan a manifestaciones, a los toros, a Colón y a las entradas de las poblaciones…

Y ahora a las mascarillas.



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