viernes, 11 de agosto de 2023

Todo un País pendiente de Junts

Ricardo GAranda. 110823

El resultado electoral del pasado 23J es de libro, no deja muchos márgenes dónde elegir. Si hubiese que poner un ejemplo para explicar el artículo 99 de la Constitución, éste sería perfecto.

Como tenemos un sistema parlamentarista y no presidencialista, lo que elegimos en esas pasadas elecciones fue la composición, partido a partido, del Parlamento. Es ahora cuando, con ese resultado, el Congreso tendrá que constituirse como tal, elegir a la persona que ha de ostentar el puesto de la presidencia y de la Mesa de la Cámara, y después atender propuestas para que, quien quiera y pueda, presente su candidatura a la Presidencia de Gobierno. Y a votar.

De momento, parece que hay tres opciones:

1.- Que el Presidente del PP, D. Alberto Núñez Feijoo presente su opción en nombre de su partido.

2.- Que el Secretario General del PSOE, y actual Presidente de la Nación, D. Pedro Sánchez Pérez-Castejón, presente su candidatura en nombre de la coalición PSOE-SUMAR.

3.- Que ninguno de los dos consiga la mayoría de votos parlamentarios suficientes (mayoría absoluta en primera vuelta o mayoría simple en la segunda) y entonces haya que convocar nuevas elecciones para intentar salir del impasse.

Ya sé que nada nuevo aporto, solo trato de ordenar las ideas.

La primera opción parece muerta, incluso antes de que se constituya el Parlamento, hasta UPN lo ha reconocido. Y, ante esta frustración, el Partido Popular se dedica a lo que ha hecho siempre: mostrar su cabreo por no poder dirigir “su España”. Y lo muestra como siempre: inventando bulos que hagan daño, queriendo interpretar la ley a su antojo, amenazando con hacer imposible el mandato de la izquierda… Y haciendo ese doble gesto de hipocresía: por un lado, reivindican el apoyo a la lista más votada, cuando ellos no han respetado en ningún momento ese planteamiento, ni en Extremadura, ni en Canarias, ni en cientos de ayuntamientos (incluido el de Barcelona) y diputaciones, ni antes en Madrid, Andalucía, Castilla y León. Nunca, cuando les ha favorecido lo contrario, han defendido esa opción de permitir gobernar a la lista más votada. Y, además, añaden a su hipocresía la petición al PSOE de su apoyo, en forma de abstención. Eso después de haberse tirado cuatro años de insultos y mentiras sobre el Gobierno de alianza entre este partido y Podemos.

La segunda opción es posible, pero complicada. Requiere el apoyo de todos los demás partidos (excepto PP y VOX). Y algunos quieren poner el listón muy alto, como es el caso de las dos organizaciones independentistas de Catalunya, compitiendo entre ellas para la primacía en las próximas y cercanas elecciones autonómicas.

Pedro Sánchez ya ha advertido, dentro de la norma constitucional se puede hablar de todo e intentar llegar a acuerdos, fuera de la misma, no hay tema de debate. Ahora está la piedra en el tejado de ellos. Especialmente en el de Junts per Catalunya, que aparece como el más exigente.

Si ésta opción no cuaja, solo quedaría la tercera, convocar nuevas elecciones. Y es ante esta alternativa cuando muchos de los partidos tendrán que tentarse la ropa: ¿Qué imagen daría JxCat si hubiese que repetir elecciones porque ellos voten en el Congreso lo mismo que PP y VOX?

Hay que pensar que el electorado catalán que, por cierto, ha votado mayoritariamente la lista del PSC, les pasaría factura, perderían algún diputado más que iría a incrementar el número de congresistas de ER o del propio PSC.

Repetir elecciones significaría dar una nueva oportunidad a que nos pueda gobernar una derecha con la impronta de VOX, que ya se está descubriendo, sin complejos, en las Comunidades y ayuntamientos donde gobiernan en coalición.

Viendo las decisiones coercitivas que están tomando, ¿Os imagináis a alguien de VOX en el ministerio de Cultura, en el de Interior o en el de políticas Territoriales? Para temblar.

A estas alturas, ya se evidencia que la posibilidad de que VOX pueda formar parte de un gobierno o ser una condición imprescindible de apoyo parlamentario para que el PP pueda gobernar, es, seguramente, el mejor argumento para que el resto del parlamento se una a favor de un gobierno progresista. El Partido Popular ya habrá aprendido que le viene bien apoyarse en VOX, pero que haciendo eso “SOLO” se puede apoyar en VOX.

Parece que todo depende de Junts. Saben que solo con el conflicto y el enfrentamiento crece el nivel de independentistas entre la población catalana, y con un gobierno de PP y VOX el conflicto estaría asegurado.

Esto les estará haciendo dudar.


2 comentarios:

  1. Esta forma de razonar es similar a la de Bolaños : con este PP (?) no se puede pactar nada , con Bildu ¿ sí? o con el delincuente Junts ¿también?

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    1. El PP nos trae de la mano el fascismo, hay que luchar contra el fascismo como sea, ¿o es que no conocemos nuestra historia?. Por cierto ¿por qué tendría yo que argumentar distinto que Bolaños? Me parece una persona muy inteligente.

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