viernes, 9 de marzo de 2018

¿De qué color es el Feminismo?


 Ricardo G-Aranda Rojas (@rgarciaaranda)


Qué vergüenza cuándo alguien a quien se le supone un cierto nivel intelectual como mérito para haber llegado a ministra (yo se lo supongo) se siente en la necesidad ideológica de autodefinirse  como “no feminista”. Como diría el maestro Aguilar ¿oiga, pero esto qué es?

Si yo digo que me considero feminista porque:
-Defiendo la igualdad entre el hombre y la mujer, en la casa, en el barrio, en el trabajo.
-Pido  medidas formativas  para combatir la violencia de género.
-Exijo a los parlamentarios que  legislen con eficacia contra los asesinatos de mujeres.
-Discuto al resto de los hombres cualquier atisbo de sentirse superiores.
- Lucho porque las condiciones laborales de la mujer y del hombre sean exactamente iguales en cualquiera de sus capítulos.
¿Soy por ello un extremista?

El ama de casa que ha colgado su mandil el día 8 ¿es una extremista del feminismo?.

Las y los jóvenes estudiantes que se han manifestado en masa el día 8 ¿son extremistas del feminismo?

En esencia, señores y señoras “no feministas” yo defiendo lo mismo que ellas, que ellos, defiendo lo mismo que Femen, que las organizaciones feministas moderadas, lo mismo que las radicales. Defendemos los mismos derechos. La diferencia, señoras y señores “no feministas” está en la paciencia de cada uno y de cada una. Y me parece a mí, que ésta se está agotando. Para las radicales y para  “las más tranquilas”, con "a" y con "o".

Estamos hablando de justicia, señoras y señores “no feministas”. Y cuándo reivindicamos justicia porque hay hartura ¿Dónde está el límite? ¿En las normas del sistema? ¿A quiénes le cuentan ustedes eso a las radicales o a mí?.
Porque a mí ya no me cuela, imagínense a ellas. 

Si a ustedes les preocupa “el sistema” por encima de todo háganselo ver, porque el día 8 parece que en la calle hubo más “antisistema” de las que ustedes podían calcular.

A Ellas ( las mujeres) las hemos estado explotando nosotros (los hombres) y Ellas ( las mujeres) se han hartado de esto y tienen razón. Y los gobernantes (hombres y mujeres) no parecen enterarse.

Pues señores y señoras “no feministas” no sé qué me da en la nariz de que esto no acaba aquí. Que acaba de empezar.
Por cierto, lean mi nombre en la firma y comprueben que estoy en la lista de los feministas, entre otras cosas porque pertenezco a un sindicato en dónde esto es una seña de identidad.  ¿Radical, moderado? No se equivoquen, siempre hemos defendido lo mismo, no le den tanta importancia a las formas.

Y para terminar, señores y señoras “no feministas” por si había alguna duda, ustedes han dejado bien claro cuál es el color ideológico de quienes defienden la igualdad entre la mujer y el hombre. Ustedes nos unen.



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