miércoles, 15 de enero de 2014

Ordesa

EL OJO DEL FOTÓGRAFO


Ordesa


¡Hola de nuevo! Un nuevo miércoles acudo a la cita que mantengo con todos vosotros para traeros una colección de imágenes que voy recopilando para compartirlas en este rincón. Hoy la nieve, el frío, y el hielo protagonizan esta muestra.



Aunque en mi lugar de residencia habitual no nos es ajeno el frío, si es verdad que la nieve suele mostrarse muy de tarde en tarde, y casi siempre de manera muy efímera y en poca cantidad. Quizás por este motivo, los paisajes nevados y todo lo que tiene relación con el agua en este estado físico resulta tan atrayentes para mí.  Por eso las pasadas navidades aproveché el descanso vacacional para hacer una escapada y acercarme al Pirineo oscense. De esa aventura son las presentes fotos, todas obtenidas en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.


La imagen superior es una panorámica de la pradera de Ordesa, toda cubierta de nieve helada. A lo largo de la incursión que realizamos por la ruta que lleva hasta la cola de caballo tuvimos ocasión de comprobar que el valle no recibe en ningún momento del día la visita de los rayos del sol, lo que provoca que la nieve de tormentas de días pasados se hiele y se vaya acumulando.


Con unas temperaturas medias en pleno mediodía de -5 grados, disfrutamos de un paseo por parajes de ensueño, donde los colores eran sustituidos por un escenario casi en blanco y negro. De hecho la foto superior a estas líneas aunque parezca una foto en blanco y negro os puedo asegurar que es una imagen en color.


 Los contrapuntos de color los aportaban los riscos de las paredes casi verticales de la cordillera, a los que el sol del invierno si llegaba de manera tibia, y el cielo azul.


Con semejantes temperaturas, las heladas adornaban las plantas con unos detalles casi mágicos, donde el detalle de los cristales de hielo se permitía jugar con bayas y hojas hechas a resistir estas temperaturas construyendo postales típicamente navideñas.



 Hojas de coníferas diseñadas por la naturaleza para soportar estos rigores invernales

 
 y los cristales apiñandose cual nuevas flores sobre las ramas desnudas
  

crean estampas a las que la claridad que todo el entorno blanco contribuye aportando un fondo neutro y brillante donde las fotos macro parecieran hechas en un estudio. La luz en un entorno como éste es casi mágica.





Contraste entre la luz fria de la nieve sobre un tronco cortado, y los colores más calidos de la montaña difuminada en la distancia sintiendo la caricia de los rayos del sol. Os aseguro que mereció la pena haber pasado algo de frío para poder disfrutar de un paseo en un paraje tan hermoso. Me quedé con ganas de mas. Volveré a seguir disfrutando de las maravillas que nos brinda la naturaleza.

Hasta que eso ocurra, de momento os dejo esta selección, que espero que haya sido de vuestro agrado. Si así ha sido, os espero de nuevo por estos lares la semana que viene. Gracias como siempre por vuestra atención. Hasta entonces, chaaaaoo!!


JLROMERO

@romerojl



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