Ricardo Garanda Rojas |
Pasando temporalmente de redes y de medios de comunicación se está librando del conocimiento de datos que día a día nos machacan los sentidos, las meninges y pum, pum, pum, continuamente nuestra conciencia. Obviamente no a todos ni a todas con la misma intensidad.
No está recibiendo, con la misma deprimente potencia que otros mortales, datos de las migraciones de esas familias desesperadas que huyen de sus maltratadas tierras y que resultan cada minuto más escandalosos. Una patera con cientos de cadáveres, decenas de cuerpos sin vida en un camión, miles de personas malviviendo en distintas fronteras…Muros, alambradas, como respuesta. Y la gran paradoja histórica de que una gran parte de ese movimiento migratorio quiera llegar a Alemania. Si, paradójica situación para su gobierno líder de una Europa burocrática e hipócrita que ni sabe ni quiere plantear soluciones, no ya estructurales, ni siquiera circunstanciales que pudieran paliar la grave situación humanitaria que entre todos, por acción u omisión, hemos provocado. Paradójica situación para ése gobierno y peligroso destino para los migrantes.