Para quienes, desde el principio, han deseado que en España se hicieran políticas de izquierdas, la participación de Unidos Podemos en un Gobierno con mayoría del PSOE está siendo fundamental. Habrá de considerar normal las tensiones entre dos partidos que nunca defendieron exactamente lo mismo en todas las cuestiones. Al igual que hay que aceptar como lícito pensar que alguna confrontación tendría que haberse controlado mejor, porque se han creado situaciones en las que han surgido muchas dudas entre las militancias y entre los votantes de ambas organizaciones.
Pero los resultados
expresan la relevancia positiva de esta coalición. Toda la izquierda debiera
estar asumiendo la necesidad de dar una prórroga a este perfil de Gobierno. Y
eso, naturalmente solo se consigue sumando en las urnas.
Por eso “Sumar” es un
proyecto de sumo interés, que puede conseguir lo que en su día logró Podemos y
que dio paso a la posibilidad de un gobierno de izquierdas.
A Podemos y a sus líderes
hay que guardarles un enorme respeto, incluso yo diría “un respeto histórico”.
Gracias a Podemos y la confluencia de pensamientos que originalmente consiguió,
tras la ruptura del sistema bipartidista, han sido las fuerzas progresistas las
que han podido gobernar.
Pero el proyecto inicial
se ha ido desinflando, los y las líderes que lo constituyeron en su momento, se
han ido retirando, a su casa o a crear otras formaciones con muy parecidos
criterios políticos. El propio líder se tuvo que retirar ante el mal resultado
obtenido por la lista que él encabezó en Madrid. Ahora ya las fuerzas son escasas.
Parece que en el Norte y las
Castillas, apenas tienen organización, en Catalunya ya han confirmado su
presencia en Sumar, en Andalucía se destaca más la fuerza de IU, que también
participara en el proyecto de Yolanda Díaz. En Extremadura, nada, en País
Valenciá, poco, en Madrid, muy bajos, según los últimos resultados, y en el
resto, poca cosa.
En estos momentos
podríamos decir que Podemos necesita más acercarse a SUMAR, que al revés. Pero
eso no quiere decir que Podemos no sea necesario para ese nuevo proyecto de la
izquierda: cuenta con muchos miles de votos que en algunas circunscripciones se
perderán en la nada, beneficiando así a otras opciones. Cuenta, a su vez, con
importantes cuadros que tienen mucho que decir en los avances sociales y
laborales que aún quedan por acometer.
Yolanda Díaz ha promovido
una plataforma de pequeños partidos que les puede “dar vida” a cada uno de
ellos y a su vez mantener muy viva la lucha reivindicativa de la izquierda.
Pero eso sí, una vez lanzada esa plataforma, a quien se quede fuera se le puede
augurar un futuro bastante negro.
Creo que es verdad que,
si esta plataforma no hubiese salido a la luz, a U.P. le hubiera quedado aún
fuerza para tener un grupo parlamentario con influencias gubernamentales o
fuerza opositora. Pero eso ya no es así, la plataforma SUMAR está a punto de
oficializarse, IU y algunas otras organizaciones que participaban de UP ya no estarán
ahí, y, en general, para los y las votantes a la izquierda del PSOE, se les
presenta una alternativa de voto importante. Algunos seguirían recalando en las
candidaturas de Podemos, pero otros muchos se aproximarían definitivamente a
esa plataforma que, claramente, se esfuerza en unir a esa izquierda.
Hasta Pablo Iglesias ha
escrito en las redes que tal vez la hegemonía de Podemos esté acabando, y que
lo que debe hacer es sumar para el bien de la izquierda. Podemos, con Iglesias
y el resto de sus líderes, fue valiente e inteligente en su aparición, en
España se necesitaba ese movimiento y supieron hacerlo. Muchos y muchas
pensamos que parece llegado el momento de que vuelvan a ser valientes e inteligentes
por el bien de la gente a la que defiende la izquierda desde los gobiernos.
Si Podemos suma, habrá
mucho camino andado para el progresismo político en este país.