Ricardo Garanda Rojas |
“No és intelligent.
No és just.
No és necessari.
No va a ser aixó el que es va votar
el 27 de setembre passat”
Es
en la editorial de La Vanguardia de Catalunya dónde se plantean tales
aseveraciones. Una editorial del día 10 cuyo título “Per la rectificació” refleja exactamente la tesis que defiende en
sus líneas: rectificación ahora y búsqueda de una salida negociada con quienes
gobiernen en España como consecuencia de las elecciones del 20 de diciembre.
Ya
no es un problema de que los españoles de fuera de Catalunya no entendamos
nada, ni siquiera es sólo un problema de falta de comprensión entre
independentistas y la otra mitad de los catalanes. Ya empieza a ser un problema
de comprensión entre las gentes que conforman e integran la mitad
independentista.
No
es inteligente confrontar contra todas las fuerzas políticas del Estado, sin
amigos en Europa y con tan escasos apoyos en Catalunya. Tampoco parece
inteligente tratar de minusvalorar los instrumentos del Poder Judicial vigente
para hacer cumplir las leyes.
No
es justo que una situación de caos político arrastre al caos social y laboral a
toda una población cuya mitad no está de acuerdo con ésta salida y por tanto no
está dispuesta a asumir voluntariamente las más que posibles consecuencias de
deterioro de su convivencia.
No
es necesario avanzar en una independencia para intentar mejorar la situación de
los catalanes y las catalanas. La reivindicación es muy antigua pero la
historia no aprieta hasta el punto de provocar la precipitación. Pareciera que
se ha querido aprovechar una situación económica y social en la que estamos
descontentos todos y en la que no es uno de los problemas más grandes el
sentirse agraviados con respecto al resto. Avanzar desde la ruptura suena a un
impulso con pocas consecuencias benéficas para nadie.
Pero
a mí lo que más me hace pensar de la editorial de La Vanguardia es su
convencimiento de que no era esto lo que se votó el 27 de Setiembre. No era la
independencia exprés. Lo dicen quienes parecen confirmar su postura de que
están de acuerdo en la línea de Mas y Oriol hacia el objetivo de independencia,
pero no por ésta vía, no con estos métodos, no sin la fuerza política y
económica necesaria. Si esto es así los apoyos al proyecto de CDC y Esquerra
van reduciéndose, si no tienen siquiera el apoyo de quienes les votaron ya ni
siquiera hablamos de la mitad de los votantes. Ni siquiera…
No
sé si el resultado electoral del 27 de Setiembre fue el esperado o no, pero es
obvio que no fue el deseado, leyendo esta editorial parece claro que hay mucha
gente en Convergencia Democrática de Catalunya que considera que fue claramente
insuficiente.
Porque
necesitar de manera perentoria a la Candidatura d´Unitat Popular para gobernar
y para seguir adelante con el proyecto puede ser muy duro.
He
escuchado a alguien de Esquerra decir que ahora los catalanes serán obedientes
a sus propias leyes, o algo así. Qué leyes, ¿las que tiene que apoyar la CUP en
el Parlament? No sé si le van a gustar.
Esta
es la gran fiesta de los seguidores de ésa CUP, están en su salsa, no hay más
que verlos y verlas, son los únicos a los que la sonrisa les llega de oreja a
oreja. Los entiendo, al fin y al cabo, con cualquier salida ellos se sentirán
cómodos: si hay gobierno tras un acuerdo con ellos, magnífico, ya sacaran
consecuencias benéficas. Y si la solución es repetir elecciones, también
magnifico, a crecer.
Ya
sabemos eso de que “a rio revuelto”… y está tan revuelto que no se ve el fondo.
Tan revuelto que no le viene bien a nadie, y a los independentistas a los que
menos, necesitarían aguas más limpias…
Ricardo Garanda Rojas (@rgarciaaranda)
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