Me preguntan si
quiero vivir 120 años. No, No y NO.
Llevo tiempo borrando de mi vida lo que no
entiendo, en 58 años más podría llegar al borrado total, al vacío absoluto, a
la nada más deprimente. Y llegado a ese punto, ¿qué carajo hago yo aquí?
No entiendo a la
gente, a mucha gente. No comprendo por qué los políticos de los partidos de
derechas mienten, exageran, vulneran la realidad sólo por el objetivo de
conseguir votos, les da igual si estos votos
son consecuentes o no. No entiendo cómo los políticos de izquierda, con
frecuencia, hacen exactamente lo mismo. Ofensivo, vulgar, decepcionante. Y voy
borrando.
No entiendo el ansia
de gran parte de la población por hacerse ricos, millonarios ¿cuánto? Mas y
mas, aunque sea a costa de la explotación, de la pobreza, de la miseria de otra
gran parte de la población. Aunque sea a costa de evadir la leyes, y robar.
Unos pocos lo consiguen y otros muchos les envidian por no haberlo conseguido.
Voy borrando.
No comprendo los
comportamientos incívicos cotidianos. Aparcar impidiendo que otros puedan
hacerlo, o en doble fila teniendo espacios para no hacerlo ignorando en todo
caso las necesidades de los demás. Ignorar igualmente otras normas cívicas,
como la de separar los restos del día para que algunos puedan ser reciclados,
en lugar de acabar en los ríos y los mares contaminando, matando animales. Y
sigo borrando.
Poco importará las
consecuencias del no reciclaje a quienes maltratan o permiten el maltrato de
animales. Esos animales que son utilizados para un provecho o por un capricho y
luego son maltratados o abandonados. A esos que apoyan las masacres que se
realizan en las plazas de toros, sólo por el placer de disfrutar de la escena y
con la triste excusa de que es la tradición. Y ésa hipocresía de administraciones
que prohíben estas fiestas y permiten crímenes de animales en las calles durante las fiestas locales.
Yo sigo borrando.
Fotografía de Ricardo Garanda desde Casabas |
No puedo comprender a
esas personas, muchas de ellas con trascendencias políticas de primer orden,
que prefieran el enriquecimiento de personas, empresas y estados, negando el
deterioro de la naturaleza, de la atmósfera, de la Tierra, de nuestro hábitat
de presente y futuro. Borro y borro
Me resulta imposible
de comprender que para beneficio de grandes compañías se inicien conflictos
bélicos que producen millones de muertos, y de desplazados, y de miserables
sombras humanas que pierden todo, sus bienes, su familia, su dignidad. Tengo
que borrar también esto sin más remedio.
Y también me resulta
incomprensible que ocurriendo estas cosas, con medio mundo muriéndose de hambre
y gran parte del otro medio acojonado por el futuro más cercano, aquí toleremos
cuestiones cotidianas como la bolsa de miles de millones que manejan mafias
como la del fútbol. Mucho me gustaba, pero ya lo he borrado también, no quiero
considerarme cómplice.
Y ya borré hace tiempo a todos aquellos y todas aquellas que no atacan e incluso
justifican ese machismo asqueroso que produce asesinatos de mujeres
continuamente. Y aún tengo que borrar a quienes crean el caldo de cultivo desde
frases como yo no soy machista pero…O yo me considero feminista, lo que pasa es
que…O ni machista ni feminista…neutro como las piedras. También tengo mucho que
borrar aquí.
Tampoco puedo
entender a la gente que hace de la promoción de la incultura su medio de vida. Mejor no leer, no reflexionar, y si lo haces es mejor callar tus conclusiones, dejar las cosas como están...Especialmente esos bárbaros que salen en las televisiones y otros medios de comunicación con ese único
objetivo de aborregar, de engañar, de trastocar las realidades que nos rodea e insultar si tratas de razonar impidiéndoselo, y les pagan por hacerlo. Sigo y sigo borrando.
Me quedo sin columna
y aún me queda mucha gente, mucho de lo que ocurre en este Mundo, por borrar.
Pues ¿para que quiero estar aquí hasta los 120 años?, digo yo que cuándo haya
borrado todo, sobro. Incluso lo normal es que antes me terminen borrando a mí.
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