LA COLUMNA DE LOS VIERNES
La Mujer y la Iglesia Católica
Era “Sobre esta Piedra” y piedra es femenino. ¿Porqué “Pietro”?
Juegos de palabra aparte, de las múltiples y grandes
hipocresías de la Iglesia Católica, la que desarrolla en su trato a la mujer
es, tal vez, la más escandalosa.
La quiere humillar, explotar, marginar y luego la quiere
utilizar para que haga apología de su
propia ideología sectaria y machista.
Uno de los grandes espacios que se las deja ejercer dentro
de la Iglesia es el de criada, con hábito o sin el, limpiando y cocinando para
los jerarcas masculinos. No estarían mal estos trabajos, ¡faltaría más! si al
mismo tiempo se les facilitara los medios y las vías para ascender, para
demostrar sus capacidades intelectuales y sus otras habilidades necesarias y
convenientes para sentirse persona más o menos completa, más o menos reconocida
por sus semejantes.
Solo unas cuántas muy seleccionadas son ocupadas para educar
a las futuras damas católicas que han de llenar el planeta de pequeños bebes
católicos que mantengan el nivel de la ideología católica en el Universo por la
vía del desarrollo Biológico, ya que por el de la intelectualidad y
convencimiento ideológico resulta bastante más complicado.
Pero la inmensa mayoría de las mujeres católicas no visten hábitos, rezan en
su casa o en los laicos bancos de la iglesia más cercana .
Y la masculina Jerarquía Eclesiástica sigue luchando para
que este sea su gran ejército para propagar la “Gran verdad”: la sumisión
auto-asumida ante el hombre, cuidándole y estando pendiente de él porque “Dios
así lo quiere”. La misión de procrear sin necesidad de gozar. De tener hijos
por encima de todo y ante cualquier situación, por encima de su propia vida y
de las propias posibilidades de desarrollo familiar real.
Esto es lo que parecen querer de la mujer católica. Pero ni siquiera están dispuestos, a cambio de ello, a darla la oportunidad de competir
con ellos por los puestos de responsabilidad . No quieren. Se inventan
historias para que esto no ocurra. Para ellos la mujer es el origen del pecado
y esto es un inconveniente absolutamente insalvable.
¿Que no se lo creen ni ellos?. Ya, ¿y que? .
En realidad, a los jerarcas de la Iglesia les importa muy
poco que la mujer sirva a Dios, lo que quieren es que sirva al Hombre.
Que les sirvan, sobre todo, a ellos.
Solo unas pocas, a veces contra los dogmatismos de Roma o de
la diócesis correspondiente, saben que a su dios solo se le sirve haciendo el
bien con las gentes allá dónde se necesita.
Aparte de ellas, intuyo que cada vez son menos las mujeres
que aceptan estas reglas del juego.
A pesar de los aparentes avances en ese nuevo discurso del
Papa nuevo, o se avanza en un verdadero compromiso de igualdad entre el hombre
y la mujer dentro de la Iglesia, o me temo que se irán quedando sólos. Al menos
en la militancia real.
Si eso es lo que quieren....
Ricardo Garanda Rojas
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