LA COLUMNA DE LOS VIERNES
Hoy hablo de fútbol (y si queréis pido disculpas)
Hoy voy a hablar de fútbol,
no suelo hacerlo en este nivel, es una afición que normalmente reservo para
reuniones entre amigos y conocidos. Pero pensando que entre los
amigos-compañeros y amigas-compañeras con las que comparto redes hay grupos tan
futboleros como “¿¡Por qué cojones somos del Atleti!? (Se intuye que ahí no hay
ninguna chica, salvo aceptación de excepción biológica) o “Sindicalistas de
CC.OO. amantes del Real Madrid”, o algo parecido, he pensado que tengo
clientela, incluso tal vez amplíe así mis lectores y lectoras, cosa que siempre
viene bien para el ego de los que publicamos nuestras reflexiones. Que me
perdonen quienes sean anti-fútbol, prometo que esto es una excepción.
Salvo que el día 24 ganemos
al Madrid, en cuyo caso no respondo de no volver sobre el tema.
Está claro que algo voy a
provocar, ¿Para qué hablar de fútbol si no?, pero voy a aceptar dos normas: 1ª
La final la juegan dos equipos madrileños, es una cuestión geográfica y nada
más. Como si quienes la jugaran fueran el Barcelona y el Español, serían dos
equipos catalanes, también por cuestión geográfica. Sin más.
2º Tiene mucho mérito el R.
Madrid con haber llegado a la final, no le ha sido nada fácil, hay que
respetarle aunque no fuese capaz de ganarla. Espíritu deportivo.
Y como yo mezclo todo, voy
también a respetar a la minoría de izquierdas que sigue al Real Madrid, pero la
mayoría social progresista seguidora del Atleti me condena a no poder ser
condescendiente con el resto. Al menos no en el debate futbolero, que es de lo
que hablamos hoy.
Junto con la final del Mundial, la final de la Champions se
convierte, en Europa, en uno de los más populares acontecimientos sociales,
incluso para la gente no muy aficionada a este deporte balompédico. Es un debate
que se acaba el día 25, como mucho el lunes 26. No dará mucho más de sí, pero
hasta ese momento es un debate real.
Tan seguro estoy como de que traspasará
los límites de lo puramente futbolero. A mí me parece bien, podemos hacer
bromas, chistes y meternos con los sempiternos poderosos que dirigen el Club de
Concha Espina. Con la misma libertad, ellos también pueden meterse con
nosotros, los pobres segundones pueblerinos dispuestos siempre a humillarnos
ante nuestros limitados resultados. Es el momento de vernos las caras, pero
sólo plantear que la final pudiera estar al 50% supone una ofensa para quienes
ya desde hace días se han puesto la camiseta de la 10ª.
El 24 es una fiesta
futbolera, e incluso, para los amantes de los nacionalismos, es una fiesta del
fútbol español. Tenemos prevista una cena de amigos y amigas y me lo voy a
pasar bien de todas las maneras, aunque mucho mejor si gana mi Atleti. Está
claro que voy a piñón fijo, pero para los demás ¿A que es atractivo que gane el
que juega con el perfil mediático de ser el más débil? No me digas que no.
Si ganamos, para los
madridistas clásicos, seguro que es un tema de árbitros, y para los creyentes
será cosa del espíritu de Luis.
Para mí y los míos será cosa del fútbol. Este año
hemos jugado entre Champions y Liga tres veces contra el Barcelona y dos contra
el Real Madrid y no hemos perdido ni una sola vez. De momento somos los mejores
en la Liga. ¿Final de Champions? Un día más en la oficina. Y si no ganamos, no
pasa nada, la vida sigue y esto es sólo un juego. Nuestros problemas son
claramente otros.
(@rgarciaaranda)
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