Somos Sombra
Ya lo decía el filósofo. Somos sombra. Sólo conocemos aquello que
nos es ajeno por su sombra. Por su proyección.
Aquella tarde viendo las sombras sobre aquellos muros
milenarios lo tuvo claro. Solo somos lo que proyectamos. Solo conocen de uno
aquello que se refleja en la pared de la caverna.
Siempre quiso ser transparente. Ir de frente. Mostrar sus
sentimientos, su pensamiento, su corazón sin temor a equivocarse.
Pero lo hizo. Se equivocó. Lo que el mostraba se deformaba
con el calor de la hoguera. Y el resultado eran grotescas sombras de lo que
quiso ser. Y eso fue lo que los demás vieron. Las sombras de su corazón,
deformadas por la pared rocosa de aquella caverna. Nada era lo que parecía.
Aquella tarde sobre aquella pasarela lo entendió todo.
Viendo aquellas sombras, sobre muros milenarios, comprendió
que es imposible poder ser quien eres. Sólo puedes aspirar a ser lo que los
demás creen que ven. Sólo eres la sombra que los demás observan, deformada por
el entorno. Y por su propia visión.
El mundo de los sentidos engaña al mundo de la razón.
Y ante aquella certeza, tomo una determinación. Decidió unir
en una misma cosa lo que era y lo que sería para el mundo. Así ambas cosas
llegarían a confundirse. Llegarían a parecerse.
Y así fue como decidió convertirse en sombra. Se volvió invisible para los que no le supieron ver cuando era él. Solo aquellos que consiguieron ver a través de la penumbra, seguirían disfrutando de su luz. Para el resto... sería la sombra de aquello que fue.
JLROMERO
@romerojl
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