LA COLUMNA DE LOS VIERNES
Halcones
Lejos ya
aquellos tiempos en los que se hablaba de “Halcones” y “Palomas” para
identificar a los dos grandes grupos políticos que se alternaban en el Poder en
Israel. Ambos luchaban por la consolidación de su Estado, faltaría más, pero
unos propugnaban siempre fórmulas más drásticas, belicosas en sus relaciones
con los árabes Palestinos, de cuyas casas tuvieron que echarlos para implantar
su reivindicado Reino, en el que rezar todos juntos a la espera de la llegada
del hijo de dios en la tierra. Muy místicos ellos.
Parece
que con el tiempo y el apoyo internacional, las Palomas volaron a no sabemos
dónde, y allí sólo quedan Halcones. Y no sólo en el Gobierno, si los datos son
ciertos, y todo apunta a que lo sean, sería más del 80% de la población israelí
la que acepta y apoya el genocidio que su ejército está perpetrando en la
Franja de Gaza.
Anoche
estuve viendo un documental en la 2 de TVE sobre otros grandes “Halcones” de la
historia del siglo pasado (antesdeayer). Los cientos de miles de italianos e
italianas vitoreando a Mussolini cuándo este vociferaba que les había prometido
la invasión de Etiopia y que ahora les prometía, “sin ninguna duda”, que
invadirían Grecia. La baba se les caía. La mismísima baba que se les escapaba
por la comisura de los labios a los alemanes con Hitler.
Esa Baba
halconera que debe estar oculta en algún rincón de nuestro organismo, esperando
la llegada del momento, del maldito líder carismático, de las circunstancias
adecuadas, para salir, chorrear y manchar todas las esencias de lo que muchos
quisiéramos que fuera el ser humano.
Y
analizando la Historia, uno tiene la sensación de que estamos continuamente más
cerca del babeo de lo que parece. Siempre hay algo que defender: la tierra, la
raza, el idioma, la religión…Vaya con la religión. Son aquellos que defienden
que aquí sólo estamos de paso hacia un mundo divino mucho mejor, los que más
sentido de la propiedad tienen sobre las cosas de ésta Tierra, será porque, al
no cobrarles ningún dios el alquiler, se creen que son suyas.
En
Palestina no hay guerra, hay un consenso internacional que permite a los Sionistas
invadir Gaza haciendo desaparecer, por una u otra vía, a los militantes de
Hamás, a sus mujeres y a sus hijos. O se van, o los matan. Es el mensaje claro
cuándo envían un primer misil, sin explosivo, de aviso: tenéis tres minutos
para salir corriendo. Solo les falta decir a estos baboseantes militares que no
se les ocurra refugiarse en edificios de la ONU, porque éstos también van a
caer, total, a la ONU no parece importarle gran cosa.
Y cuándo
el ejército Israelita acabe con su “hazaña”, ¿habrán muerto todos los actuales
y futuros miembros de Hamás, o quedarán suficientes como para pensar que “esto
no se acaba aquí”?. Y los que queden estarán muy enfadados con el Estado de
Israel, pero también con EE.UU. y con Europa. Tendrán un cabreo tremendo contra
todos los que han permitido esta masacre.
Y vuelta
a empezar…
Ricardo Garanda Rojas
(@rgarciaaranda)
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