LA COLUMNA DE LOS VIERNES
¿Quién Sentencia a los Jueces?
Vamos a terminar la semana como la empezamos con la
viñeta preparada por D. Fernando para la
Rebotika reproduciendo la frase de D. Francisco de Quevedo y Villegas: “Dónde hay poca justicia es peligroso tener
razón”. Y es que en las situaciones en los que la política miente y engaña
todos los días, fuera del Parlamento y dentro de Él, los jueces se convierten
en la última garantía de la verdad, la justicia y la democracia. Pero eso sí,
solo en el caso de que puedan resistir. Son personas, tienen vida y muy malo sería tener
que apelar a su heroicidad, aunque ya casi lo estamos haciendo.
No es un error el título de este artículo. Parece que
debiera preguntar ¿Quién juzga a los Jueces?
Pero eso ya lo sé. Los juzgamos
todos, continuamente, cada vez que deciden algo contrario a lo que nosotros
hubiésemos preferido. Los queremos para que hagan cumplir las leyes, pero en
realidad las leyes nos importan un carajo, sólo queremos que nos den la razón
en lo que cada uno defendemos, y si no lo hacen, son unos vendidos o unos
descerebrados, y decimos estar seguros de que “se han equivocado”. Y alguna vez
puede ser, pero ellos mismos, con una modestia institucional que ya nos gustaría para otras esferas del Estado, tienen
instancias para corregirse en los errores.
Al Juez Ruz le están maniatando. Y lo van a anular cueste
las críticas que cueste, porque para ellos no hay nada peor que los resultados de
su instrucción que hace tiempo se están entreviendo. Lo peor no es que le hayan
limitado el tiempo en sus responsabilidades, al fin y al cabo sólo le podían
prorrogar hasta Junio. La jugada puede estar en que la Permanente de Lesmes puede no ser el
ámbito competente para tomar la decisión que han tomado y por tanto hay un
serio riesgo de impugnación de la misma con las consecuencias imaginables. La
alternativa hubiera sido, o es, que el Órgano judicial tome esa decisión en
plenario. Hay petición de Jueces para que esto sea así. Ya veremos, hemos de
temernos lo peor.
Pero volvamos al título, la Sentencia. La persecución
moderna de los Jueces empezó, al menos de manera vistosa, con D. Baltasar
Garzón. Esta fue fácil porque tenía pocos amigos, había sido, según mi opinión
un Juez suficientemente competente como para granjearse, de manera
espectacularmente injusta, enemigos por
todas partes. Ni las amenazas de ETA ni los riesgos que le suponía desmontar la
mafia gallega pudieron con él. Pero con el GAL se la tuvieron jurada y cuándo
entró a saco con la Gürtel e inició el
proceso de los crímenes franquistas, los conservadores fueron a por su cabeza y
encontró pocos apoyos, ni políticos ni, como consecuencia, mediáticos. La
cobardía hizo que solo una minoría nos sintiéramos en deuda con él y nos indignáramos
ante la barbaridad que le hicieron. Le
pedimos que fuera héroe y le abandonamos entre las fauces de la ignominia
política y social.
Y se abrió la compuerta. Amigos Socialistas, no os rasguéis tanto las
vestiduras ahora, permitisteis que se abriera la compuerta y ahora ya es muy
complicado cerrarla. Mirasteis para otro lado y ahora ya no sabéis dónde tenéis
la mirada. A D. Baltasar Garzón le aupasteis para diputado y ministro en
aquella tarde de los Quintos de Mora. Vuestro precio era dejar aparcado el tema
GAL , pero él comprendió que un Juez no podía hacer eso y no se lo
perdonasteis. Bien, a ver ahora como volvemos a defender que la Justicia está
por encima de todos.
En esta sociedad tenemos que aprender que ni los gobiernos,
ni los partidos políticos, ni los ciudadanos podemos sentenciar a los Jueces.
Pero aprenderlo de verdad, con todas las consecuencias, uno a uno y todos los
días, porque si no aprendemos eso, en tiempos dónde se miente y se roba dentro
y fuera de nuestras Cortes y
Parlamentos, nos podemos quedar
sin garantías para la verdad, la justicia y la democracia.
Ricardo Garanda Rojas
(@rgarciaaranda)
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