Los mártires de Chicago de las protestas de Haymarket (1886) |
Esta
fecha “no laborable” no es arbitraria, no es el día en que alguien decidió que
nació o murió tal santo o tal virgen, tiene su historia real: murió gente en
ésta fecha por defender los intereses de los trabajadores. Debemos mucho a
quienes en ésta fecha y en otras muchas fechas posteriores y anteriores,
ignoradas en el calendario, dieron su vida o parte de ella para conseguir lo
que todos los trabajadores del mundo teníamos hasta hace tres o cuatro años.
Hoy se reivindican sus vidas y sus reivindicaciones. Podemos irnos a El Valle,
al Retiro o a cualquier otra romería o espacio festivo, pero no cambia nada,
los héroes innominados de los trabajadores han de ser respetados y
reivindicados.
En una manifestación o como sea.
Pero
además, desgraciadamente, hay que recuperar. Llevamos unos años de marcha atrás y los
gobiernos de derechas en todo el Mundo y los empresarios de algunas partes del
Mundo se están creciendo. Nos ven tristes, conformistas, de aquello de “que me
dejen como estoy”. Llega otro primero de
mayo, suena la campana, ¡Venga ya! Hay que espabilar. Por aquellos, por los que
van viniendo, por los que vendrán y también por nosotros. Con manifestación o
sin ella, a mí me parece que ésta no es una fiesta para festejar (como mucho el
reencuentro en la lucha) ésta es una
fiesta para expresar nuestro cabreo y medir nuestras fuerzas ¿Cómo las
tenemos?. Si miramos al suelo la cosa puede ir jodida.
Los
trabajadores de Europa no debemos creer que hemos tocado suelo, barro diría yo.
Algunos pensamos que podríamos estar en una curva que más que subir, pinta mejor para ir hacia abajo. Los mismos
que nos tememos que lo que está ocurriendo en Europa en los últimos años es el
intento de preparar a los trabajadores y a sus representantes para un escenario
nuevo, el del TTIP, dónde no valdrán ni las normas laborales de antes de la
reforma, ni de las de la reforma ni las
que algunos proponen para una revisión de la reforma. Con ése tratado, directamente
irán a la basura las leyes laborales de cada país que puedan entorpecer la
mejor redimensión productiva de las grandes empresas, y no tan grandes.
A
quienes conozcan el escandaloso caso de Coca Cola, imaginémonos que cualquier
empresa medio potente pueda hacer dentro de unos meses lo que está intentando
ésta pero sin ningún tipo de trabas legales, al contrario, con un apoyo
normativo internacional. Esta es una parte importante para entender dónde sitúa
este Acuerdo a los trabajadores de Europa, ¿cómo lo vemos?.
Hoy
estaremos unos cuántos manifestándonos, muy poquitos. Los demás se irán de
romería o harán un día festivo como otro cualquiera. Muchos y muchas os
levantaréis tarde, leeréis o escucharéis las noticias, dónde no aparecerán para
nada nuestros verdaderos problemas. Otras muchas personas aprovecharéis para iros
con vuestra familia al pueblo o a la playa. Nada es reprochable, nadie posee el
catecismo indiscutible de la ortodoxia. Pero no nos equivoquemos, hoy hay que
pensar y hablar de nuestras deficiencias, de nuestros derechos perdidos, de
nuestras reivindicaciones sobre empleo,
salario, salud y seguridad laboral, jornada: DIGNIDAD de los trabajadores y de
las trabajadoras. Esta es la fiesta de la Dignidad de los trabajadores. Ante el
periódico y el café, en el pueblo, en la playa, en la manifestación, que nadie
pierda su sitio, somos trabajadores y trabajadoras y no podemos permitir que
nos exploten.
Años
llevamos discutiendo sobre si hay que mantener o no el rito de las
manifestaciones en las ciudades. Da igual, está bien que nos juntemos unas
cientos, unas miles de voces, pero da igual, lo importante es que nos reunamos
para saber si vamos a seguir permitiendo éste arrinconamiento o estamos
dispuestos a pelear como los antiguos compañeros y las antiguas compañeras que
dignificaron el concepto de la lucha de la clase trabajadora.
¿El
primer día de cada Mayo?. A mí me vale.
(@rgarciaaranda)
No hay comentarios:
Publicar un comentario