Ricardo Garanda Rojas |
I.U.
se equivocó, ya lo dijimos en una columna anterior en éste mismo Blog. Un gran
número de sus votantes tradicionales no son precisamente de los que se dejan
deslumbrar con nuevos y poco debatidos proyectos de cambios más o menos
radicales, al parecer, el recelo de líderes como Cayo Lara, Gaspar Llamazares y
muchos otros se ha visto acompañado con una abstención importante de sus
votantes. Ahora pareciera que, de no salirse de ésa fusión, de no dar un
humilde paso atrás, IU puede estar cerca de su desaparición definitiva, muerte
por engullimiento y dispersión de restos.
Pero
es que además, de haber conseguido lo que parecía el objetivo principal de esa
alianza entre Podemos e IU, el haberse situado tras las elecciones en el
segundo puesto en número de escaños y ser así el partido de referencia de la
izquierda, por encima del PSOE, no hubiese tampoco servido para que el panorama
político evolucionara mucho más: El Psoe nunca hubiese apoyado a Podemos e IU
para que gobernaran. Hubiese seguido estando la pelota en el tejado de la
derecha.
En
cualquier caso, Podemos ha tenido una derrota en sus pretensiones, pero no en
sus resultados. Conseguir una representación de 71 diputados y diputadas con un
trabajo organizativo y de marketing de apenas un par de años o tres, no es nada
fácil. Si mantienen un cierto nivel de cohesión y no se rompen en partidos de
ámbito regional, pueden tener en sus manos conseguir en un futuro la fortaleza
parlamentaria necesaria para poder gobernar. No creo que tengan que preocuparse
en analizar mucho sus resultados, sino sus exageradas ilusiones juveniles.
Un
futuro que tendrá que ver mucho con la reacción que pueda tener el propio
Partido Socialista, que en estos momentos está en franco declive, provocado, al
menos en una importante parte, por la ambigüedad y tibieza de su actual
discurso ideológico. No está claro que ahora tenga suficiente músculo como para
dar dos batallas a la vez, la tradicional contra las políticas conservadoras y
liberales, y la nueva para preservar el espacio de izquierda social que
necesita para seguir combatiendo al PP.
(c) La Rebotika |
El
mensaje de Susana Díaz la noche electoral del 26J resultó muy descorazonador
para una importante parte de sus militantes y simpatizantes. Según ella, si 20D
el mensaje de los electores fue claramente de pedir cambio, ¿por qué seis meses
después, con una escasa diferencia de cinco diputados menos resuelve que los
mismos electores el mensaje que lanzan es el de no confiar en su partido para
gobernar?
Es
de comprender que con los datos electorales que se dieron no quedó mucho margen
para grandes ilusiones, pero a doña Susana Díaz se le olvidó que es obligación
fundamental de un partido como el PSOE intentar por todos los medios lícitos a
su alcanza que no gobierne un partido que ya ha demostrado perjudicar
claramente a las clases trabajadoras de éste país. Si esto se olvida es que
queda muy poca capacidad para presionar ideológicamente hacia los objetivos que
aprueban en sus Congresos.
Según
mi punto de vista, el PSOE ha sido el gran perdedor en estas elecciones. El
2015 no tendría que haber acabado sin un proyecto claro y trasparente de
gobierno de izquierdas. Se desaprovechó (¿se quiso desaprovechar?) aquella
ocasión poniendo de escudo a Ciudadanos y seis meses después parte del
electorado ha preferido girar hacia opciones más seguras para salir del vacío
gubernamental.
En
aquellos momentos posteriores al 20D yo preguntaba ¿si no hay alianzas de
izquierda ahora quiere decir que el PSOE no está por la labor de aliarse por su
izquierda nunca más? Si la respuesta de los socialistas a ésta pregunta es que
así es, el PSOE tendrá que pasar una muy larga temporada en los cuarteles de
invierno mientras ve que su espacio de alternativa al PP lo ocupa Podemos y sus
alianzas.
Es
el momento de aclararse y definirse, tal vez también sea el momento de renovar
profundamente ésa Ejecutiva Federal que tanta incapacidad ha demostrado. Si no
se aclara el presente, el futuro puede irse oscureciendo cada vez más y
objetivamente se necesita un Partido Socialista ideológicamente maduro que
supere el retroceso en el que ahora se encuentra, para bien de los trabajadores
y las trabajadoras de éste País.
De
la tradición no se come.
Ricardo Garanda
Rojas (@rgarciaaranda)
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