Los tiempos de la Política

Ricardo GAranda (@rgarciaaranda)

El PSOE, con Pedro Sánchez a la cabeza ha aceptado con valentía la única salida razonablemente posible para afrontar la situación política y social de este País. Y además, según piensan muchas y muchos: la mejor salida. No podemos saber cuantos piensan así, pero estoy seguro de que sumando el conjunto de los que les parece una gran salida con el de quienes comprenden que no había otra más que la de ir por tercera vez a las urnas, suman una mayoría ciudadana superior a la que se va a reflejar en el Parlamento.

Pero además, es que se necesitan gobernantes que solucionen los problemas y los conflictos, y el de Catalunya lo es. Y de tener actualmente alguna solución tendrá que ser a través de la política, de las relaciones políticas, el diálogo y el intento serio de buscarla tratando de convencer a todas las partes en litigio poniéndolas ante sus contradicciones. Sinceramente, señores de la derecha, la vía judicial no es suficiente, no es eficaz, por ahí no se avanza. Y la policial y mucho menos la militar, son indeseables para la inmensa mayoría de esta población por dos razones: no nos gusta la violencia y además sólo puede conseguir un retroceso y una mayor confrontación. Eso no es solucionar conflictos.

Esa Mesa de negociación estaba siendo ya imprescindible aunque no fuera necesaria para la Investidura. Han llegado los tiempos de la Política, y hay quienes, por no saber, no quieren.

Y hay que empezar a responder a preguntas, algunas viejas, pero otras muy nuevas. Por ejemplo, si en estos momentos Ezquerra Republicana pretende “romper España” ¿qué es lo que quiere PDCat, porque no se les ve mucho de acuerdo. Más bien parece que se ha hecho trizas su sintonía en pro del independentismo. Vamos que se ha roto en mil pedazos el bloque separatista. Ahora ya podemos distinguir entre quienes quieren avanzar imponiendo sus tesis y quienes están dispuestos a reflexionar e intentar comprender las antítesis y asumir los límites, las síntesis, dialogando. Es lo que podríamos llamar un buen comienzo.

En cualquier caso, se intuye que la virulencia con la que se está comportando la derecha de este País, no parece estar en proporción con el acuerdo de Mesa entre el PSOE y ERC. Nada es definitivo en ese acuerdo como para ponerse así. Parece que, en realidad, lo que les duele es que al final sea posible un gobierno de izquierdas con Unidas Podemos. Un gobierno con sus medidas sociales, con sus correcciones a las políticas antisociales y antilaborales que se han venido aplicando. Dicen que les preocupa las cuentas, y no digo que no deban preocupar, pero realmente lo que les tiene fuera de sí es que se pudiese demostrar, como en Portugal, que se pueden hacer las cosas de otra manera, que no hay por qué seguir cargando la factura a los mismos, los más débiles, económica y socialmente hablando. También aquí y en esto han llegado los tiempos de la Política.

 

Y la pelea sobre la supremacía en el espacio de la derecha tampoco aporta tranquilidad al momento. Compiten entre ellos, pero además lo hacen con poca inteligencia, a base de ocurrencias. La última, esa de Arrimadas, de llamar a los barones del PSOE ¿qué esperaba? El zasca era evidente. No sé qué serpientes soltaran en el Parlamento, porque lo están dando todo, no se guardan nada. Insultan, se inventan apocalipsis, pero no proponen nada, solo que los militantes del PSOE se revelen contra Sánchez. Muchos ya lo hicieron cuando había que salvar a Rajoy y la cosa acabó como está, con Pedro más fuertemente afianzado en su liderato.

No proponen nada. Su oposición a este acuerdo de Investidura, sin alternativas, nos llevaría a unas terceras elecciones, y ¿para qué? Para que C´s desaparezca integrándose en el PP. Almas cándidas, ¿no comprenden que ni aun así frenarían un nuevo crecimiento de VOX como consecuencia de un nuevo corrimiento de votos conservadores?

Si no hay Tamayazo, habrá Gobierno de izquierdas. Habrá subida del IPC de las pensiones, habrá revisiones de las Reformas Laborales y de la Ley Mordaza, habrá propuesta de ley para una muerte digna con libre decisión, habrá subida de impuestos para las rentas más altas. Habrá, en definitiva, un gobierno de izquierda con políticas de corte socialdemócrata, que es lo que quieren la mayoría de los que votaron el 11N. Y habrá un serio intento de solucionar el conflicto de Catalunya, sin rupturas, con acuerdos y con consulta de los acuerdos. ¿Sería la primera vez que los Catalanes votaran lo suyo? Ya votaron su Estatuto, y la votación tenía carácter vinculante, y solo lo votaron ellos. Votarían un acuerdo entre las partes, no nos volvamos locos, no sería el referéndum por la independencia.

La derecha dice que quiere una España Unida. Casi todos los españoles y casi todas las españolas, incluso en Catalunya queremos una España Unida tal y como garantiza la Constitución (para cambiarla tendría que estar de acuerdo, al menos, el PP). Pero estas derechas, que compiten entre ellas, lo que quieren es la vuelta a la España Una, Grande y Libre de la camisa blanca y las montañas nevadas. Y eso ya es harina de otro costal, señoras y señores.

Los votantes de izquierdas quieren un gobierno de izquierdas que haga políticas progresistas para el beneficio de los trabajadores y trabajadoras de este país, de todo el país ¿Quién más quiere eso? Pues que se apunte o se ponga claramente en contra sin ambigüedades ni mentiras, diciendo qué es lo que de verdad defiende.

Han llegado los Tiempos de la Política.