En política, como en muchos espacios de las relaciones humanas, no basta con tener razón, es imprescindible ganarse el espacio para desarrollar las consecuencias de tu razón.
Gobernar en una coalición
entre dos partidos, con mucho en común, pero con trascendentales diferencias en
según qué temas, no es nada fácil. Se supone que esto estaba asumido en las
direcciones del UP y del PSOE, aunque algunas dudas caben de esta asunción.
Pero lo que sí parece evidente es que este riesgo para nada estaba asimilado por
un importante sector de las bases de uno y de otro.
En la controversia dentro
del Gobierno sobre la modificación de la ley “Si es si”, es posible que el Ministerio de Igualdad tenga razón,
parece que, si la norma desea distinguir entre “consentimiento” y “no consentimiento” ya no debiera ser
necesario acudir a la división entre agresión con violencia o sin violencia,
teniendo que demostrar la misma. Como antes con otros nombres. Si no hay
consentimiento ya existe una agresión punible, sin necesidad de demostrar una
violencia agravante que, con frecuencia, no es fácil demostrar porque la
víctima prefiere no resistirse precisamente para salvaguardar su integridad
física.
Por otra parte, la ley
que ahora se quiere modificar en una pequeña parte, es una norma lo
suficientemente competa y benéfica como para que se debiera estar valorando que
el hecho de que el agresor sea castigado, en algunos casos, con una condena de
un año más o menos, no tiene apenas importancia en relación con la esencia de
esta ley: la mejor defensa de las víctimas no es que las penas sean más duras,
sino que no exista, o se reduzca al máximo, esa violencia. Y eso es lo que
parece que la ley acomete de forma muy acertada: Educación, prevención y mayor
implicación del Estado, hasta el punto de no ser necesaria la denuncia de la
víctima. No se nos olvide que ahora, solo el 8% de las víctimas denuncian. O
sea que el 92% de los agresores no son ni interrogados
La lucha feminista de las
últimas décadas por la defensa de la igualdad es, indiscutiblemente, loable, estoy
de acuerdo en que es la verdadera revolución de este siglo y finales del
anterior. Y durante estos años de gobierno de izquierdas, se han ido
concretando los frutos de esa lucha en las leyes necesarias. Se ha construido
el espacio necesario para poderlo hacer, si este espacio desaparece será aquí por
dónde esta revolución puede hacer “agua”.
Es muy importante valorar
cuál de las dos partes del gobierno tiene razón en esta confrontación. Seguramente
ahí estaremos divididos unas y otras, unos y otros. Pero tal vez sea más
importante aún considerar que, si este espacio de avance gubernamental se
quiebra, en la izquierda volveremos a la situación de la reivindicación con muy
poca o ninguna posibilidad de concretarlas de manera eficaz. Seguiremos
teniendo entonces grandes ideas sobre la igualdad y el resto de los derechos de
la mujer, y sobre otros muchos derechos de los trabajadores y las trabajadoras
y otros sectores sociales, pero reclamaremos a gritos esas grandes ideas desde
la oposición parlamentaria.
Si perdemos el “Espacio”
tendremos que aceptar que sean el Partido Popular y VOX quienes legislen sobre
estos derechos.
Tal vez no hubiese sido
necesario retocar esta ley, o tal vez sí. Tal vez haya que demostrar la
violencia o tal vez no sea necesario. Como en muchas otras ocasiones, tal vez
el consenso en el gobierno haya que conseguirlo aceptando la consideración de
alguna limitación por parte de una parte o de las dos. En estas cuestiones, el
fondo es crucial, pero la forma es trascendental para seguir para adelante con
los proyectos progresistas. Faltan cosas importantes de aquí a las elecciones:
ley de vivienda, ley Corcuera, etc…
Y además, hay que
conseguir, en las elecciones, mantener este modelo de alianza que tan buenos
resultados han dado durante estos tres últimos años, pero que necesita un
tiempo mayor que el actual para su consolidación.
Sin “Espacio” no sirven
las luchas. Sin ese espacio, el “Tiempo” dejará de ser nuestro. Y esto no
debiera ser baladí.
Me parece muy buena tú reflexión, Ricardo. La izquierda tiene que ser muy inteligente ante la derecha rancia que tenemos.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo, Ricardo. Lo has expresado muy bien.
ResponderEliminarUna reflexión muy certera....pero demasiado atrevido decir que PODEMOS tiene mucho en común con el PSOE...Más bien creo que UP y otros partidos que han permitido este gobierno de coalición tienen taponada la puerta del CHIQUERO (taurinamente hablando)
ResponderEliminarGran reflexión, el mundo de la izquierda está condenado a entenderse, somos hijos de los mismos padres qué tomamos distintos caminos, nací socialista asta qué mis padres se derechizaron, acomodaron y cerraron un ojo, busqué nuevas inquietudes y encontré mi espacio pero en otra casa hoy me e vuelto a juntar con mis hermanos políticos más acomodados pero al fin y al cabo son mis hermanos y podremos tener desavenencias pero nunca debemos dar paso a quienes hicieron la vida difícil para el débil y cómoda para los poderosos razón quizá por la cual mis hermanos quisieron arrimarse al poder y así comprendieron que el poder solo nos quiere para que les sirvamos más riquezas y les guardemos el chozo pero siempre desde la puerta.
ResponderEliminarÁnimo familia y ni un paso atrás.