Ricardo GAranda. 110823
El resultado electoral del pasado 23J es de libro, no deja muchos márgenes dónde elegir. Si hubiese que poner un ejemplo para explicar el artículo 99 de la Constitución, éste sería perfecto.
Como tenemos un sistema
parlamentarista y no presidencialista, lo que elegimos en esas pasadas
elecciones fue la composición, partido a partido, del Parlamento. Es ahora
cuando, con ese resultado, el Congreso tendrá que constituirse como tal, elegir
a la persona que ha de ostentar el puesto de la presidencia y de la Mesa de la
Cámara, y después atender propuestas para que, quien quiera y pueda, presente
su candidatura a la Presidencia de Gobierno. Y a votar.
De momento, parece que
hay tres opciones:
1.- Que el Presidente del
PP, D. Alberto Núñez Feijoo presente su opción en nombre de su partido.
2.- Que el Secretario
General del PSOE, y actual Presidente de la Nación, D. Pedro Sánchez
Pérez-Castejón, presente su candidatura en nombre de la coalición PSOE-SUMAR.
3.- Que ninguno de los
dos consiga la mayoría de votos parlamentarios suficientes (mayoría absoluta en
primera vuelta o mayoría simple en la segunda) y entonces haya que convocar
nuevas elecciones para intentar salir del impasse.
Ya sé que nada nuevo aporto,
solo trato de ordenar las ideas.
La primera opción parece
muerta, incluso antes de que se constituya el Parlamento, hasta UPN lo ha
reconocido. Y, ante esta frustración, el Partido Popular se dedica a lo que ha
hecho siempre: mostrar su cabreo por no poder dirigir “su España”. Y lo muestra
como siempre: inventando bulos que hagan daño, queriendo interpretar la ley a
su antojo, amenazando con hacer imposible el mandato de la izquierda… Y haciendo
ese doble gesto de hipocresía: por un lado, reivindican el apoyo a la lista más
votada, cuando ellos no han respetado en ningún momento ese planteamiento, ni
en Extremadura, ni en Canarias, ni en cientos de ayuntamientos (incluido el de
Barcelona) y diputaciones, ni antes en Madrid, Andalucía, Castilla y León.
Nunca, cuando les ha favorecido lo contrario, han defendido esa opción de
permitir gobernar a la lista más votada. Y, además, añaden a su hipocresía la
petición al PSOE de su apoyo, en forma de abstención. Eso después de haberse
tirado cuatro años de insultos y mentiras sobre el Gobierno de alianza entre
este partido y Podemos.
La segunda opción es
posible, pero complicada. Requiere el apoyo de todos los demás partidos
(excepto PP y VOX). Y algunos quieren poner el listón muy alto, como es el caso
de las dos organizaciones independentistas de Catalunya, compitiendo entre
ellas para la primacía en las próximas y cercanas elecciones autonómicas.
Pedro Sánchez ya ha
advertido, dentro de la norma constitucional se puede hablar de todo e intentar
llegar a acuerdos, fuera de la misma, no hay tema de debate. Ahora está la
piedra en el tejado de ellos. Especialmente en el de Junts per Catalunya, que
aparece como el más exigente.
Si ésta opción no cuaja,
solo quedaría la tercera, convocar nuevas elecciones. Y es ante esta
alternativa cuando muchos de los partidos tendrán que tentarse la ropa: ¿Qué
imagen daría JxCat si hubiese que repetir elecciones porque ellos voten en el
Congreso lo mismo que PP y VOX?
Hay que pensar que el
electorado catalán que, por cierto, ha votado mayoritariamente la lista del
PSC, les pasaría factura, perderían algún diputado más que iría a incrementar el
número de congresistas de ER o del propio PSC.
Repetir elecciones
significaría dar una nueva oportunidad a que nos pueda gobernar una derecha con
la impronta de VOX, que ya se está descubriendo, sin complejos, en las
Comunidades y ayuntamientos donde gobiernan en coalición.
Viendo las decisiones
coercitivas que están tomando, ¿Os imagináis a alguien de VOX en el ministerio
de Cultura, en el de Interior o en el de políticas Territoriales? Para temblar.
A estas alturas, ya se
evidencia que la posibilidad de que VOX pueda formar parte de un gobierno o ser
una condición imprescindible de apoyo parlamentario para que el PP pueda
gobernar, es, seguramente, el mejor argumento para que el resto del parlamento
se una a favor de un gobierno progresista. El Partido Popular ya habrá
aprendido que le viene bien apoyarse en VOX, pero que haciendo eso “SOLO” se
puede apoyar en VOX.
Parece que todo depende
de Junts. Saben que solo con el conflicto y el enfrentamiento crece el nivel de independentistas entre la población catalana, y con un gobierno de PP y VOX el conflicto estaría
asegurado.
Esto les estará haciendo
dudar.
Esta forma de razonar es similar a la de Bolaños : con este PP (?) no se puede pactar nada , con Bildu ¿ sí? o con el delincuente Junts ¿también?
ResponderEliminarEl PP nos trae de la mano el fascismo, hay que luchar contra el fascismo como sea, ¿o es que no conocemos nuestra historia?. Por cierto ¿por qué tendría yo que argumentar distinto que Bolaños? Me parece una persona muy inteligente.
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