MAS DE CIEN PALABRAS Y UNA MIRADA
De amor también se muere
La primera vez que escribió aquellas palabras, fue en el
margen de aquel viejo libro de texto. Era, como no podía ser de otra manera, de
literatura, y en él los poetas más grandes de la historia le cantaban al amor.
El no sabía que era eso, pero algo se removía en su interior cuando la miraba. Si encima ella le devolvía la mirada, esa sensación se
multiplicaba por mil en el fugaz momento en que azorado apartaba los ojos para
mirar con disimulo y vergüenza a otro lado.
La siguiente vez que volvió a rotular aquellas letras fue
sobre el papel sepia sobre el que escribía poemas de amor, pueriles,
almibarados y demasiado ñoños. Pero a él le parecían obras maestras.
Y a ella … la verdad es que nunca supo muy bien que le
provocaban aquellos ripios, pero se sentía íntimamente halagada de que alguien
se esforzase de aquella manera.
La tercera vez no escribió aquellas
palabras. Las pronunció con una voz enrronquecida por la emoción cuando ella le
aceptó. A partir de entonces se lo dijeron muchas veces. Iniciaron juntos un
camino, que compartirían toda la vida. Hasta que la muerte….
La cuarta… la cuarta vez fue aquella tarde. Al volver de una
jornada de trabajo, se encontró la casa vacía. Ella no estaba allí. Sobre la
mesa de la cocina una nota. La rutina había arruinado aquella historia. Se
había marchado. Se acabó.
Entonces comprobó que el amor también duele. Y salió
de aquella casa que hasta aquel día había sido un hogar, con los ojos arrasados por las lágrimas.
En el parque alguien había escrito aquellas 5 letras. Aquellas dos palabras que tanto había escrito. Que tanto había dicho.
Sobre una verja oxidada. El espino seco que acompañaba a la inscripción sobre
el hierro desgastado por el tiempo era una dolorosa imagen de que el amor araña, y duele. Duele mucho. Amar también es dolor.
Allí, junto a la verja, decidió dejar de sufrir. Decidió de dejar de amar. Sacó su vieja pistola, y un pedazo de su corazón se unió para siempre a aquellas cinco letras….
... de amor también se muere.
JLROMERO
@romerojl
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