LA COLUMNA DE LOS VIERNES
SOMOS, PODEMOS, GANEMOS CCOO.
No debe ser fácil encontrar las exactas líneas de
separación entre un colectivo y los otros. No es porque no se puedan
identificar por separado, que sí, es porque entre ellos hay multitud de lazos
que se entrecruzan.
Los de SOMOS son de PODEMOS, pero no son PODEMOS. Los de GANEMOS CCOO no son de SOMOS, pero no
sabemos si de PODEMOS. Los de PODEMOS se desvinculan, de momento, de ambos,
pero tiene su gente en SOMOS y en GANEMOS CCOO (aquí repartidos)
No me quiero mofar, en absoluto. Es más, considero que
es lógico éste entrelazamiento, porque todos tienen como raíz un importante y
normalmente justificado cabreo y descontento con lo que les rodea: la sociedad,
el gobierno, las instituciones, sus propias organizaciones…
El partido político PODEMOS, que parece va a estar
liderado mayoritariamente por un grupo de capacitados profesores de un par de
facultades de la Universidad Complutense de Madrid, mantiene algunas
contradicciones que tendrá que ir resolviendo para que vayamos entendiéndole.
Es revolucionario en sus objetivos de transformar profundamente esta caduca y
corrupta sociedad, pero no admite ser definido en los parámetros de ningún
perfil social. Espectro amplio para conseguir votos, o sea, otro partido más de
Centro. Muy revolucionario no parece que vaya a terminar siendo.
GANEMOS CCOO es la tradicional minoría en este
Sindicato, ahora inflada por el contexto externo al propio sindicato y con la
lógica pretensión de ser mayoritario en esta Organización. Tal vez lo puedan
conseguir si antes no la destruyen. El camino correcto para cambiar la forma de
funcionar de CC.OO no me parece que sea atacarle públicamente sino convenciendo
a la suficiente gente en la organización como para ganar los Congresos
correspondientes. Y dando la cara, sin libelos anónimos. Porque si la cobardía
del anonimato es el método elegido por algunos para mejorar las cosas, poca
esperanza se puede poner en ellos.
Y luego SOMOS, ese nuevo sindicato de gente de PODEMOS
pero que, de momento, son repudiados por la casa madre. Ya ves, menuda faena si
este nuevo sindicato se enfrenta con la presidenta del Santander, Ana María
Botín, después de las flores que esta señora les ha echado.
En cualquier caso, esto sí que ya parece un poquito
más complicado, porque yo creo que entre CC.OO. con su lucha, decisión,
rebeldía y capacidad negociadora, y la
CGT con su lucha, decisión y rebeldía, no hay mucho espacio para otra opción.
Tendría que ocupar el de una de ellas o el de las dos. Solo en la Comunidad de
Madrid hay 36 Organizaciones Sindicales. Una más.
En una página de Facebook del Grupo “Afiliad@s de CC.OO. con PODEMOS” (más
líneas entrelazadas), un componente del grupo se identificaba “plenamente” con
el contenido de una columna que escribí no hace mucho en este mismo blog, “Ser Sindicalísta”, incluso recomendaba
su lectura. En ese artículo, entre otras cosas, yo decía: “Sé que la única fuerza de los trabajadores está en lo que más temen
nuestros contrarios: la unidad”.
Me reafirmo.
Ricardo
Garanda Rojas
(@rgarciaaranda)
No hay comentarios:
Publicar un comentario