Ricardo Garanda Rojas (@rgarciaaranda)
Perdí
mi columna hace un par de semanas, en el camino entre Ciudad Real y Cádiz, y la
he encontrado tres semanas después. Es fácil perder cosas cuando la amistad y
la poesía te llevan por esas tierras del
Valle de Alcudia, Sierra Madrona, Montoro, con ése previo mirador dónde Felisa
y yo parábamos siempre para estirar las piernas y el espíritu.
Y
Cádiz. Habíamos estado en Cádiz pero no la conocíamos. Absurdo desconocimiento,
¡qué maravilla!. Llego a pensar que Alicia y Felisa se confabularon y que
“Ella” era el instrumento perfecto para llevarme allí. No tengo ni idea de cómo
lo han hecho porque no llegaron a conocerse ¿o sí?
En
Cádiz pasé unos ratos mágicos, con Alicia, Juanma, con la voz de Olga, con mis
amigos y amigas manchegos y manchegas haciendo piña. Con “Ella”. ¿Cómo no iba a perder mi columna?
Me
hubiese quedado allí para llorar a Juanjo desde la playa de La Caleta, pero he
tenido que hacerlo en Toledo, he tenido que recuperar aquí mi columna para
deciros, a quienes no le conocíais, que Juanjo era un luchador magnífico, un
serio, honesto y rígido militante en defensa de los derechos sociales y
laborales y un extraordinario compañero de tertulia de las épocas de las tabernas.
Juan
José González Rodríguez militó siempre dónde se defendían los intereses de los
trabajadores y las trabajadoras, de aquellos colectivos que siempre necesitaron
organizarse para defender una vida digna.
Nació
en Lucena, en la provincia de Córdoba, aunque ya llevaba años viviendo y
militando en Toledo cuándo yo le conocí allá por el 1985. Trabajador de
Standard, cuna de tantos luchadores y luchadoras sociales.
Fotoografia del archivo de CC.OO. C.L.M. |
No
son tiempos buenos, pero él sabía muy bien que si las aves vuelven a su tarea
después de protegerse de los fríos, nosotros hemos de volver a construir el
sueño con los barros de estos tiempos.
Se
ha ido Juanjo en malos tiempos y sólo su esperanza de encontrar Avalon puede
haberle hecho sonreír en el último instante, como a Nyneve. Tal vez algún o
alguna Leo sigamos su camino con esa misma esperanza de encontrar ése humano
paraíso. Yo le sueño así, en Avalon, con sus amigos, con los míos, con Eugenio, con José Luis, con Julio, con Juan, con
Luis, con Felisa.
Descansa
en Paz, amigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario