Ricardo Garanda Rojas (@rgarciaaranda)
Mientras paseo por los pasillos del Palacio de
Congresos de Madrid antes de sentarme en la butaca que me corresponde como
invitado del 39 Congreso del Partido Socialista Obrero Español, tengo la
impresión de que estoy presenciando un momento que puede ser histórico. Uno más
para alguien que, como yo, ha conocido, más de cerca o a más distancia, varios
momentos realmente históricos desde aquellos 1977 y 1982.
Cada comentarista, cada editorialista sacará las
conclusiones que le parezcan oportunas sobre este proceso. En general se han
venido equivocando seriamente durante las primarias, me temo que la mayoría ha
perdido su credibilidad en cuánto a tratar de avanzar lo que después de este
Congreso puede ocurrir en el PSOE y en la izquierda.
Por mi parte hoy no voy a intentar realizar sesudos
avances, creo que ya he hecho suficientes en los dos últimos años y quien
quiera los puede releer en este Blog. Hoy sólo voy a expresar mis sensaciones,
mis impresiones.
Lo primero que me ha llamado la atención ha sido el
hecho de ver repartidos por las filas de atrás, las de los invitados, a la
mayoría de aquellos y aquellas que dimitieron de la Ejecutiva para presionar la
dimisión de Pedro Sánchez. Tengo la sensación de que más de uno y de una estará
recordando con malas ganas a quien se le ocurrió tal genialidad. No aplaudían
mucho, desde luego nada cuándo se produjo la entrada de Pedro Sánchez en el
Auditorio
También me pareció que la triste intervención a
distancia de Felipe González se la podría haber ahorrado, un Saluda no es el espacio
para lanzar tristeza entre la gente que, con más o menos ilusión, está
iniciando el Congreso.
Mi sensación es que no había un verdadero ambiente
de integración. Que Susana Díaz, con algunos de los suyos, se sentara en la
fila decimosegunda, y que haya decidido no estar mañana en el Acto de Clausura,
acompañando al menos, si lo de apoyar le resulta imposible, al nuevo Secretario
General que con tanto impulso le ha ganado las Primarias, me hace intuir que
tiene decidido vender cara su derrota. (*)
A mí me parece que si los actuales barones
regionales siguen también en esa postura,
vamos a tener que elegir entre más de un candidato o candidata para
ocupar la secretaria general de cada una de las comunidades. Que sensación más
desagradable.
Al margen de estos rifirrafes, me causaron una gran
impresión las intervenciones de los dos Sindicalistas. Ambos eran novatos en
éste evento, Pepe Álvarez porque en el 38 Congreso todavía no era el Secretario
General de UGT . Ignacio F. Toxo porque,
como él bien dijo: “es la primera vez que en un Congreso del PSOE se invita a
intervenir a un representante de CC.OO” y añadió: “Algo está cambiando”.
Situaron la política a ras de suelo, ante la cara de
la clase trabajadora que está sufriendo cruelmente el neoliberalismo de la
derecha. Coincidieron en la urgente necesidad de que las izquierdas se unan
para terminar con ésta sangría.
Hablaron de la urgencia de retirar las reformas
laborales (en plural), de liquidar la ley mordaza y permitir que los
trabajadores vuelvan a tener su derecho a huelga sin que imputen judicialmente
a sus representantes. Hablaron de pobreza, desigualdad de género, explotación
de trabajadores jóvenes, necesidad de corregir los errores fiscales para poder
garantizar las pensiones…A pie de tierra, el reto al partido socialista para
que incremente sus esfuerzos en la lucha de estas materias.
Total, además de estas intervenciones, intuyo que lo
mejor de este gran momento es la fuerza de cambio de la que surge el nuevo
equipo ejecutivo y su Secretario General a la cabeza. Los que no soporten el
peso de haber perdido esta confrontación deberían dejar hacer a esa nueva dirección, sin zancadillas, sin
trampas. Si me apuran, con el orgullo socialista de que se están haciendo las
cosas bien y de que se está en buena posición para avanzar por el camino que la
militancia está decidiendo.
Tengo la sensación de que mañana el discurso de
Pedro Sánchez ante miles de militantes y simpatizantes, va a ser para grabarlo.
Pero también tengo la sensación de que el futuro del
nuevo Secretario y su equipo no va a ser nada fácil, ni por los de fuera ni por
los de dentro.
Algunas sensaciones me encantan, otras me preocupan.
(*) Cuándo esta columna escribí aún no se había producido la fuga del Plenario del grupo susanísta de Andalucía ni la voluntad de no venir a votar, por parte de algunos, o de votar en contra, a pesar de lo expresado por la boquita de su jefa de filas. Peor.
(*) Cuándo esta columna escribí aún no se había producido la fuga del Plenario del grupo susanísta de Andalucía ni la voluntad de no venir a votar, por parte de algunos, o de votar en contra, a pesar de lo expresado por la boquita de su jefa de filas. Peor.
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