LA COLUMNA DE LOS VIERNES
Democracia
popular: Inversión de la teoría de los Vasos Comunicantes
La necesidad que
los seres humanos tenemos de defender el presente y el futuro propio y de los
nuestros, en un espacio de libertad, justicia y equidad se puede medir y
observar en el funcionamiento, a veces
correcto, a veces invertido, de la conocida teoría y aplicación práctica de los
“Vasos Comunicantes”.
En el plomo de
las dictaduras es muy difícil, casi imposible, porque el plomo, aún fundido, es
muy denso y no fluye bien. Pero el agua cristalina de la democracia se mueve
bien por todos los vasos.
En las primeras,
el equilibrio es horrorosamente obvio: Poco nivel en las instituciones, poco
nivel en la calle.
En la Democracia, sin embargo, todo es al contrario: el líquido fluye y sube con libertad en el vaso de los parlamentos e, igualmente, la calle se rebosa de debate, de ideas, de tendencias variadas.
Pero ¿Qué ocurre cuándo en ésta Democracia el líquido vital comienza a espesarse y a no fluir con facilidad?
En la Democracia, sin embargo, todo es al contrario: el líquido fluye y sube con libertad en el vaso de los parlamentos e, igualmente, la calle se rebosa de debate, de ideas, de tendencias variadas.
Pero ¿Qué ocurre cuándo en ésta Democracia el líquido vital comienza a espesarse y a no fluir con facilidad?
No me voy a quedar
con las ganas de decirlo: Cuándo en los Parlamentos se pierden los sentidos
democráticos, la democracia estalla en la calle.
Y es que no es
poder importante el de la mayoría absoluta si ni siquiera te sirve para
encontrar apoyos, acuerdos con ideologías próximas, con intereses comunes. Es
como si a mi me otorgáis un gran capital
y no consigo que ninguna tienda me venda. Seguiré teniendo un gran
capital pero…solo me beneficio de lo que yo me hago.
Y, a partir de ahí, tratar de acallar la calle sólo con productos propios:
Y, a partir de ahí, tratar de acallar la calle sólo con productos propios:
--Policía con
instrucciones de dureza.
--Multas por
protestas.
--Medios de
Comunicación comprados.
--Leyes represoras.
Se puede
convertir en un acto traumático, además de inútil. Con ésas estrategias, sólo
se consigue animar a los más radicales y se quedan, cada vez más, sin
argumentos pacificadores los más moderados.
Además, en esas
tesituras, se empiezan poniendo multas. Se continúa con la imputación jurídica
de gentes que se movilizan y realizan huelga, como los 8 de Airbus y muchos
otros. El siguiente paso es la modificación de las leyes reprimiendo la
libertad de los ciudadanos y las ciudadanas para expresar sus opiniones y sus
deseos democráticos. Y se termina cayendo en la tentación de utilizar las
propias leyes y las mayorías absolutas para hacer trampas y perpetuarse en el
poder, como está a punto de hacer en Castilla la Mancha el gobierno de Dña. María
de Cospedal.
Y serán errores
de consecuencias incalculables, porque aquí es dónde el Principio Científico se
invierte. Ya no estará el líquido de todos los vasos a un mismo nivel. Si en
los parlamentos se presiona la democracia hacia abajo, esta democracia surgirá
y se desbordará con una energía proporcional hacia arriba en los vasos
comunicados de la calle. Y la Sra. Cospedal se podrá encontrar en un palacio de
cristal viendo a sus representados, sin poder hablar con sus representados y odiada por sus representados. Podrá ser una
situación muy parecida a una dictadura, pero con una variante singular:
seguramente no tendrá a sus órdenes cuerpos represivos propios.
Yo no iría por
ese camino.
Ricardo Garanda
Rojas
@rgarciaaranda
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